FRANCIA

Duelo geopolítico del PSG

El Châteauroux, de tercera división francesa, fue adquirido por un príncipe saudí en 2021. Se enfrenta al PSG, propiedad de Qatar, en la Copa de Francia.

Châteauroux (Francia)
FRANCK FIFEAFP

En Châteauroux, situado en Indre, el centro de País de Loira, el fútbol es y ha sido, casi siempre, el motor que mueve a sus aficionados. Esta región, de poco más de 40.000 habitantes, no tiene un atractivo turístico ni es la región a la que acuden los millones de turistas que visitan Francia cada año. Su estadio, el Gaston Petit, de 17.000 espectadores, tiene el récord de partidos en la Ligue 2, pero apenas estuvo un año en la Ligue 1, en la 1997-1998. En aquella temporada, un joven Florent Malouda, que después haría historia en el Guingamp con Drogba y ganaría con el marfileño la Champions League con el Chelsea, dio sus primeros pasos.

Hace tan solo un año, el príncipe saudí Abdallah ben Moussaed, propietario de United World, anunciaba la adquisición del modesto equipo francés. Fue una compra sorprendente y que, aunque en principio llegaba para hacer una revolución, no tuvo sus frutos ni mucho menos. El equipo descendió a National, equivalente a la tercera división francesa, en la que es 14º actualmente, y no ha habido apenas inversión. Marco Simone, exjugador del PSG, equipo al que se enfrentan este viernes en los treintaidosavos de la Copa de Francia, fue su entrenador, pero tampoco tuvo el efecto deseado.

United World, propietario, además, del Sheffield United en Premier League, Beerschot (Bélgica), Kerala United (segunda división de la India) y el Al-Hilal United (segunda división de los Emiratos Árabes Unidos), ha querido, aunque en menor dedida, poner en el foco a Arabia Saudí a través del fútbol. El país de la península arábiga, reinante en el aspecto económico durante muchos años antes del renacimiento de Qatar, acaba de traer a Cristiano Ronaldo al Al-Nassr y aspira a quitarle a España la celebración del Mundial de 2030. Un poco como ya hiciera Qatar, allá por 2010, cuando fue designada, no sin antes un proceso irregular en las votaciones, como organizadora del Mundial que acaba de terminar con Argentina como vencedora.

El duelo de la Copa de Francia, que medirá al Châteauroux y al PSG, vuelve a poner en el foco las intensas relaciones que Arabia Saudí y Qatar han tenido durante los últimos años. En 2017, el primero vetó a Qatar, junto a Emiratos Árabes Unidos, Bahrein o Egipto, rompiendo unas relaciones diplomáticas bajo el amparo de que los cataríes financiaban el terrorismo en países como Túnez (mediante financiación de partidos políticos) o incluso el ISIS. En su día, el canal Al-Jazeera, uno de los más importantes del mundo árabe, sino el que más, fue el primero que entrevistó a Osama Bin Laden después de los atentados de las torres gemelas. Trump, expresidente de los Estados Unidos, realizó su primer viaje oficial a Riad, capital de Arabia Saudí, en toda una declaración de intenciones geopolítica.

Años después, Arabia Saudí y Qatar reestablecían relaciones y el veto a Bein Sports, el canal deportivo que preside Al Khelaïfi, a su vez presidente del PSG, volví a funcionar en el reino saudí. Ambos países mantienen, por el momento, o bajo apariencias, una “relación cordial” y la amenaza de Qatar, que es el país que más gas licuado exporta del mundo, que tiene un PIB cada vez mayor y que ha puesto en jaque, en repetidas ocasiones el poder en la región de Arabia Saudí en Oriente Medio, está mejor neutralizada como aliado que como enemigo.

El Châteauroux pue decir que es el equipo con más años de historia del fútbol francés por detrás del Le Havre y el Girondins de Burdeos. Con tan solo un año en la Ligue 1, este modesto club llegó a una final de la Copa de Francia, en 2004 concretamente, y precisamente ante el PSG. El conjunto parisino, que no era ni por asomo el trasatlántico que es ahora, derrotó por la mínima a su rival de este sábado gracias a un gol de Pauleta, que fue el máximo goleador histórico de los parisinos antes de que QSI comenzara a fichar estrellas a tocateja y llegaran jugadores de la talla de Ibrahimovic, Cavani o Mbappé, que va a pulverizar más pronto que tarde el récord que ostenta el uruguayo.

Victor Zvunka, miembro del Racing Matra que fue el primer rico de París y que fichó a jugadores de la talla de Luis Fernández, leyenda del PSG, o Enzo Francescoli, era el entrenador del Châteauroux cuando disputó su primera y única temporada en la Ligue 1 y cuando jugó aquella final de la Copa de Francia. El PSG, por su parte, era un equipo que venía de una década exitosa tras ganar la Recopa y tras reunir, en apenas diez años, a jugadores como Loko, George Weah, único Balón africano de la historia, Okocha o Ronaldinho. Su entrenador era Vahid Halilhodžić, el precedesor a Walid Regragui en la selección marroquí, dándole un título a un PSG que pasaría años de penuria antes de que QSI acudiera al rescate en 2011.

Esa final de Copa le valió, asimismo, al Châteauroux para disputar sus dos únicos partidos en Europa hasta la fecha: una previa ante el Brujas en la que acabó perdiendo 1-6 en el global. Su ciudad, cada vez más inhóspita y tranquila, tiene, a pocos metros del estadio, un pub irlandés, el O Witch Berry Club, que está regentado por dos personas en cuyo interior tienen colocadas centenares de camisetas entre las que, entre otras, se encuentra la de la Ponferradina. El fútbol sirve de apaciguamiento para unos habitantes tranquilos que esperan con ansias un partido ante el PSG que puede volver a ponerles en el punto de mira tras innumerables temporadas en la Ligue 2.

Si prometió acudir al estadio Gaston-Petit, la realidad es que el príncipe saudí no ha estado nunca en Châteauroux. La adquisición, en 2021, fue negociada en su totalidad por Abdullah Alghamdi, la mano derecha del príncipe y director ejecutivo de United World Group. El club, además, incorporó a varios miembros de la realeza a la directiva: Reem bint Abdullah, la hija del príncipe, así como Abdullah Alghamdi y Yusuf Giansiracusa. Michel Denisot, conocido periodista, fue nombrado presidente. El carismático presentador fue presidente del PSG, concretamente de 1991 a 1998, en una de las etapas más doradas de la historia del club. Todo apariencias, todo muy bonito, pero los resultados siguen sin llegar al club.

El club, por otra parte, inauguró en 2021 un nuevo centro de formación e intentó, a través del fútbol base, ya que el Ayuntamiento financia y subvenciona a aquellos equipos que promueven este tipo de actividades para formar a jóvenes. Las dos últimas joyas salida de su cantera fueron Hassan, fichado por el Villarreal o Léo Leroy, titular en el Montpellier de la Ligue 1. Sin embargo, las promesas del príncipe saudí, embaucadoras, no han llegado y el club se encuentra en una delicada situación deportiva. El PSG, sin Mbappé, Achraf ni Verratti, pero con Neymar, que precisamente es un gigante gracias a la inversión de Qatar, será su rival en los treintaidosavos de la Copa de Francia, rememorando aquella final de 2004 que auguraba buenos tiempos para la región de Indre, pero que nunca se materializaron.

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