Dos puñales para Guardiola y Emery

En el Adjarabet Arena de Georgia se iniciaba una nueva historia de ‘David contra Goliat’ en este Europeo sub-21. La implacable Inglaterra ante la sorpresa del torneo, Israel, que estará en los próximos JJOO. Un enfrentamiento que para nada es desconocido para ambos países, ya que durante la fase de grupos ya se tuvieron que verlas caras, con una victoria para los Young Lions por 2-0, y que además remarcaba la final ganada por la categoría sub-19 inglesa en el Europeo que disputaron ante algunos de los presentes hace prácticamente un año (3-1).

El encuentro no tuvo ningún tipo de dudas desde el primer minuto. Inglaterra sería la selección que llevaría la iniciativa con la pelota, como ya sucedió en el duelo anterior entre ambas. Con un inicio en el que pretendieron ser algo fulgurantes para adelantarse en el marcador, tras los primeros 15′ de partido los de Lee Carsley se toparon con una doble ocasión de Emile Smith Rowe en la que primero Cohen y posteriormente el portero Zarfati evitaron un cambio en el marcador. Ante las dos ocasiones salvadas por los israelíes, Anthony Gordon en la tercera acción forzaba un penalti algo dudoso que daba la posibilidad a británicos de adelantarse.

Ante el suspense del VAR y decretándose finalmente la pena máxima, Morgan Gibbs-White, que seguramente esté siendo el gran nombre inglés del torneo, sucumbió a la presión de los 11 metros y el jugador del Nottingham Forest mandaría su disparo fuera tras elegir la izquierda del portero rival. El plan inglés no cambió, y con el mismo mismo objetivo pero sin apenas ritmo con la pelota los Young Lions tuvieron algún susto. Israel, replegando en su campo y haciendo de su defensa una superioridad, apenas se asomó sobre el área de Trafford pero Gandelman amenazó con un disparo cruzado cerca del área. Sin sobresaltos, Inglaterra se tomó las cosas con calma, y como si supieran que el primer gol caería de su lado, Cole Palmer desde la derecha puso un centro medido con su pie izquierdo que permitía a Gibbs-White imponerse por alto como si fuera un delantero y poner el 1-0. El atacante se resarcía de su fallo y daba medio pase hacia la final a su país.

Tras el paso por vestuarios en Inglaterra no hubo dudas de seguir el mismo paso, ofreciendo seguridad y no otorgando a Israel ninguna opción a la que agarrarse para meterse en el partido. Con los de Guy Luzon estando en tierra de nadie, en el minuto 63 de nuevo el nombre de Morgan Gibbs-White acapararía todos los focos tras una conducción, sirviendo a Smith Rowe un balón que le permitiría asistir a Cole Palmer en el segundo palo. Un gol que tuvo suspense tras ser revisado por el VAR debido a un posible fuera de juego. De esta forma la figura del Manchester City también se colocaba posicionaba con un gran valor dentro del partido.

En un intento final por encontrar el gol que les volviera a meter en el partido, Israel se encontró con una gran ocasión en la que con un cabezazo a bocajarro obligaron a James Trafford a aparecer una vez más en el torneo. El portero del Manchester City, que está siendo una figura en este Europeo sub-21, no estuvo predispuesto a recibir su primer gol del torneo en la semifinal. En un partido completamente abierto y de ida-vuelta, Cameron Archer tiró por tierra cualquier esperanza israelí al marcar el 3-0. El delantero del Aston Villa con su papel de revulsivo marcaba el camino de la final para la Selección inglesa, que 14 años después volverá a batirse por la corona europea en la categoría sub-21.