FRANCIA

Dos entrenadores sin título revolucionan la Ligue 1

Will Still, entrenador del Reims y Didier Digard, técnico del Niza, siguen invictos en el campeonato francés. Sus clubes pagan 25 mil euros de multa.

París (Francia)
FEPGetty

El fútbol francés presenta trabas, obstáculos y minas para los entrenadores jóvenes. Los requisitos para entrenar a un club de la Ligue 1 son lentos, burocráticos y potencian a exjugadores o a veteranos que se se saltan numerosos pasos para llegar a la élite. Esta temporada, no obstante, hay dos técnicos que están destrozando un sistema caduco y que impide que el fútbol galo pueda crecer a nivel interno como competición.

En Reims, en el noroeste de Francia, Will Still se ha convertido en una estrella dentro del fútbol europeo. El 13 de octubre, el Stade Reims anunció la destitución del catalán Óscar García. El equipo estaba rozando los puestos de descenso y la dinámica no invitaba al optimismo. Mientras buscaba un entrenador para sucederle, el belga, de origen inglés, fue designado como interino para sentarse en el banquillo.

Su historia es literalmente de videojuego. Hijo de padres ingleses que emigraron muy pronto a Bélgica, Will Still fue interesándose poco a poco por el fútbol a través del Football Manager, el juego en el que te puedes convertir en entrenador desde una pantalla y que te ayuda a comprender distintos aspectos del juego. Fue tal el vicio del joven entrenador que sus padres tuvieron que prohibirle jugar. Ya era demasiado tarde, pues el técnico dejó el fútbol y comenzó a interesarse por la táctica y los banquillos.

El Football Manager y su interés en los sistemas provocó que Still dejara de ser jugador con 17 años para intentar ser entrenador de fútbol. Se formó en el Myerscough College de Preston. Después, con las animaciones 2D del videojuego, se forjó como un gran analista de vídeo, a tal punto de que el Saint-Trond, de la segunda división belga, le fichó en 2014 después de que el actual técnico del Stade Reims enviar su currículum, ese que apenas contaba con muchas horas depositadas en los videojuegos.

El entrenador más joven de la historia en sentarse en un banquillo de la división belga se convirtió, a su vez, en el técnico más joven de las cinco grandes ligas con tan solo 30 años. Después de un inicio esperanzador como interino, el Stade Reims decidió ratificarle en el cargo. Fue tal su impacto que el equipo Champagne acumula una vuelta entera, 19 partidos, sin conocer la derrota. Su última victoria, este domingo por 0-1 ante el Mónaco en su estadio, no hace más que agigantar su figura.

Will Still tiene todos los títulos requeridos para entrenar en la Ligue 1 menos el diploma UEFA PRO, por lo que el Reims está pagando 25.000 euros de multa en cada partido para que el belga se pueda sentar en el banquillo. En junio, obtendrá el último paso legal para dirigir dentro del fútbol francés. El histórico club francés ha pasado de luchar por el descenso a mirar los puestos europeos en apenas meses.

El Reims es un equipo valiente, rápido, que mira de tú a tú a todos los equipos de la Ligue 1. No hace distinción. Eso es lo que le ha llevado a Will Still al estrellato en los banquillos. Con un equipo plagado de jóvenes, el entrenador más joven de las cinco grandes ligas ha forjado un equipo competitivo que se permite el lujo de empatar al PSG en su estadio o ganarle al Mónaco sin rodeos. En un campeonato que le cierra continuamente las puertas a los jóvenes, el de Still puede ser un caso paradigmático para derribar barreras a corto plazo.

Didier Digard sigue invicto con el Niza

Didier Digard se retiró en 2021 tras un efímero paso por el Lorca. Antes, las lesiones le lastraron en su paso por el Betis y el Osasuna, incapaz de recuperar el gran nivel que atesoró durante tantos años en el Niza. Volvió a la Costa Azul para formarse como entrenador. Con tan solo 36 años, la oportunidad le llegó de forma repentina, sin esperárselo, aunque él ya estaba preparado para dar el salto.

Como Will Still, Digard no dispone del título UEFA PRO, ese que te permite dirigir sin ningún tipo de complicación en la Ligue 1. En cada encuentro, el Niza paga una multa de 25.000 euros, pero es un mal menor, ya que los resultados llegaron de inmediato y el club depositó confianza en el de Gisors, confirmándole como entrenador hasta final de temporada.

Sucesor de Lucien Favre, con el que el equipo gobernado por la empresa petroquímica INEOS no levantaba cabeza, Digard acumula unos números impolutos en el Niza. En 11 encuentros ha ganado 7, entre ellos al Marsella y Lens en su estadio o al Lille, y apenas ha empatado 4, el último este domingo contra el Nantes. El conjunto sureño ha pasado de estar en tierra de nadie a pelear por los puestos europeos, además de ser el único equipo francés que sigue vivo en competiciones europeas.

Clasificado a los octavos de la Conference League, el Niza venció en la ida por 0-1 al Sheriff Tiraspol. Deberá confirmar el próximo jueves su buen hacer, pero la realidad es que todo con Digard ha cambiado. Todibo, Thuram o Moffi, al que ficharon por 30 millones en invierno, se han erigido como los grandes estandartes de la plantilla y la competitividad con la que afrontan los partidos no se parece, en absoluto, a la etapa con Lucien Favre.

En junio, como Will Still, Didier Digard podrá sentarse en los banquillos de la Ligue 1 sin que el Niza pague una compensación económica para hacerlo posible. De momento, la dirección deportiva de ‘Les Aiglons’ no le han ratificado para la próxima temporada. Se dice en Francia que buscan un perfil más mediático, un entrenador con un importante bagaje en Europa, para intentar aumentar las aspiraciones de la entidad. Su trabajo, impecable, está dejando en evidencia el obsoleto sistema de acceso a ser entrenador en el fútbol francés.

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