Djalminha: “No veía a Ancelotti como seleccionador de Brasil”

La admirable genialidad con el balón que demostró Djalma (Djalminha) Feitosa Dias (São Paulo, Brasil, 1970) le permitiría encajar perfectamente en la definición de jugador de dibujos animados que Valdano hizo en su día de Romario. Djalminha era un jugador mágico, pero también tenía un lado gris. A veces era ángel y otras demonio. Genial e impulsivo, artista e impetuoso. En cuanto a calidad y temperamento, fue un predecesor de Vinicius, al que defiende y venera. Ambos debutaron como profesionales en Flamengo. El genio de la lambretta se doctoró como estrella en Palmeiras y se consagró en el Depor. Desde Brasil, donde es comentarista de la ESPN, atiende a AS.

Tiene 53 años, ¿aún sigue jugando al futvoley?

Claro. Hay que intentar mantenerse en forma y el fútbol en la playa me encanta.

A raíz del episodio de Mestalla, ¿en Brasil se percibe a España como un país racista?

Es un asunto complicado porque generalizar no es bueno ni justo. De todas formas, lo que ocurrió con Vinicius en Valencia va más allá del racismo. Había odio en las personas que le insultaban. Lo del muñeco colgando de un puente también me dejó perplejo.

¿Usted sufrió algún episodio racista en los cinco años que vivió en España?

No, ni parecido. Viajé por todos los campos de España y no noté esta actitud tan agresiva hacia un jugador. He comentado en la televisión brasileña que las autoridades españolas tenían que haber sido más rigurosas con este asunto. Ya sabemos que no es algo que pasa sólo en España sino en todo el mundo, pero no es un tema trivial para dejarlo pasar sin más. Para mí es un crimen y hay que aplicar la ley, pero no he visto que haya ganas de hacerlo.

¿Si Vinicius estuviera más tranquilo en el campo, eso ayudaría?

No. No se deben mezclar las cosas. Él está sufriendo racismo. No tiene que arrepentirse de nada porque el racismo no es algo contra él sino contra todos. Lo único que debe hacer es seguir la lucha porque hubo muchos futbolistas negros que pasaron por eso y no hicieron nada, pero él está siendo valiente.

¿Ha podido hablar con él?

Sí. He hablado con él y con su familia para que sigan peleando por una causa noble, pero los demás no podemos dejarlo solo en esta lucha porque no es una campaña contra un jugador negro sino contra todos y debemos apoyar a Vinicius en su respuesta.

Usted conoció a Vinicius con 14 años porque jugaba contra un hijo suyo, ¿le ha sorprendido su evolución?

No sé si decir que me ha sorprendido, pero es muy elogiable lo que ha mejorado en el último pase y en la finalización, algo que cuando era joven no dominaba como ahora. Ha llegado más lejos de lo que yo esperaba porque ya es un grande del fútbol mundial.

¿Es un top-3 mundial?

A mí no me gusta clasificar. Cuando ves a alguien ya te das cuenta de quién es el mejor. Con Messi y Cristiano no hacía falta decir que eran los mejores porque lo veía todo el mundo.

Endrick llegará en verano al Madrid. ¿Qué futuro le augura en un club tan exigente?

Creo que triunfará porque es un chico con mucha personalidad. Tiene mucha calidad y si le dan la oportunidad de desarrollar su juego lo va a hacer fantástico porque es muy bueno. Un ataque formado por él, Vinicius y Rodrygo suena fenomenal.

Brasil viene de ganar a Inglaterra y España de perder con Colombia...

Fue una gran alegría ganar a los ingleses, pero somos un equipo en construcción. España lleva más tiempo trabajando su idea. El proceso de Brasil no está tan madurado y necesitará más tiempo.

¿Qué jugador español le gusta más?

Me parece muy bueno el chico joven del Barcelona, Lamine Yamal, pero especialmente Rodrigo, el del City. Me encanta.

¿Hay algún futbolista actual que se parezca a Djalminha?

Es un fútbol distinto y, sinceramente, no creo que haya ahora un jugador de características parecidas a las que yo tenía. Son épocas diferentes.

¿Le disgustó que Ancelotti optara por no dirigir a la ‘canarinha’ y quedarse en el Madrid?

No voy a poner en duda todos los méritos de Ancelotti como jugador y técnico, pero no lo veía como el ideal para entrenar a la selección brasileña. Creo que si nos preguntasen a los aficionados, elegiríamos a un seleccionador brasileño, salvo que fuese Guardiola quien pudiera venir. En ese caso sí me parecería muy bien.

Usted ganó títulos en Brasil, en España, en Austria y con su selección. ¿Cuál fue su momento más feliz?

Sin duda, en A Coruña. Es donde más he disfrutado del fútbol y me he sentido más reconocido. Gané la Copa América con Brasil y títulos importantes en varios países, pero la Liga conquistada con el Depor es el trofeo más preciado de todos los que logré.

Cuando viaja a España, ¿la gente aún le recuerda por su ‘lambretta’ ante el Madrid?

Sí (risas). Con todo lo que jugué y gané, gran parte de la afición se acuerda sobre todo de esa jugada.

Y eso que no acabó en gol…

Cuando le llegó el balón a Víctor Sánchez, no, pero un poco después marcó Makaay y esa jugada mía creo que cambió el partido y acabamos ganando.

¿Su mejor legado fue divertir al público?

Un futbolista debe seducir y conquistar.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.