Distinta suerte para los Carboni

A pesar de la juventud de ambos, Franco Carboni (2003) y Valentín Carboni (2005) han desarrollado toda su carrera en el fútbol europeo. Hermanos con una gran proyección, la corta trayectoria que han tenido los dos jugadores argentinos han tenido un mismo camino. Formados en las categorías inferiores del Inter, uno siendo lateral izquierdo (Franco) y el otro un talentoso enganche (Valentín), el inicio de su desarrollo como profesionales si está siendo hasta cierto punto distinto. La calidad del menor se ha impuesto a la proyección más defensora de su prójimo. De hecho, ambos iniciaron sus carreras internacionales con Italia, cambiando posteriormente a una Argentina que reclamó a más de un ‘pibe’ que podía representar a otro país.

De alguna forma, incluso cuando en el Inter no tuvieron hueco rozando los 20 años, en el Monza les hicieron un hueco para que pudieran valerse al máximo nivel. Ahí las diferencias se acentuaron, ya que a pesar de que Franco llegó para reforzar a un equipo que quería lanzar un proyecto ambicioso -en el que le pudo pesar el no tener experiencia en un equipo que buscaba eso atrás-, ha sido Valentín el que ha tenido una temporada con grandes resultados y pasos individuales al ser un talento diferencial en campo rival. El futuro de ambos en Milán cada vez más incierto, pero sus primeros pasos auguran carreras muy distintas para ambos.

La diferencia más grande para ambos se ha dado después de la temporada 2023/24, en la que uno ha tenido una presencia testimonial en el Ternana de la Serie B y el otro ha rendido lo suficientemente bien en la Serie A como para obtener resultados. Un reflejo que ha llevado al pequeño de los Carboni ha viajar con la albiceleste a Estados Unidos, formando parte del equipo elegido por Lionel Scaloni para buscar una nueva Copa América, y siendo uno de esos jugadores que más expectación generaban de cara a un posible debut con la absoluta de Argentina.

Mientras todo esto ha sucedido, Franco Carboni no ha tardado en buscar un nuevo destino para seguir evolucionando como defensor. La elección que han tenido el Inter y él no ha sido mala. En River Plate reciben con los brazos abiertos al lateral de 21 años, que no deja de ser una buena promesa que tiene todavía mucho margen de mejora. En las manos de Martín Demichelis también estará el hacer que crezca, con su vuelta en Sudamérica siendo un buen puente para apurar lo que queda de fútbol en 2024.

De momento, el tinte de los pasos que ha dado Franco se parece más al de su padre Ezequiel, que después de jugar en Europa (Austria e Italia) volvió a Argentina para cerrar su etapa como futbolista. Su hijo busca todo lo contrario, utilizar como catapulta su cesión a uno de los mejores equipos del país y el continente. Y puede que eso vuelva a equilibrar las cosas entre él y su hermano, con el Inter planificando qué hacer con cada uno, pero con un patrón hasta el momento más claro con Valentín.

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