Delirio antes del Madrid

Hay dos Leipzigs. Uno deambuló durante 70′ por el impoluto césped de Augsburgo y el segundo, puso la ciudad patas arriba en 20′. La duda ahora es cuál se encontrará el Madrid el martes (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones). Pero lo cierto es que el proyecto de Marco Rose empieza a insuflar, como poco, respeto: desde el cambio de entrenador sólo han perdido dos partidos (uno fue el del Bernabéu) y ya encadenan siete sin perder. Hay equipazo. Aunque este sábado estuvieron verdaderamente cerca de morder el polvo, pues perdían 3-0 en el minuto 70. Pero el Toro Rojo, perezoso, despertó y acabó embistiendo.

Fue como un trago de Red Bull en el momento de mayor bajón. Jugaron casi todos (sólo paró Nkunku; pero sí empezaron los Szoboszlai, Poulsen, Forsberg, André Silva...), porque el carpe diem también se emplea en Alemania y ya habrá tiempo de pensar en la Champions. Con el equipo fuera de Europa, víctima de un comienzo de temporada horroroso que ya empieza a enmendarse, no hay margen para ‘regalos’ en la Bundesliga. Pero para sorpresa de todos, el Leipzig, sin hacer un mal partido y dominando (la posesión fue suya, superando el 60%) se asomó al abismo.

Y vivió una pesadilla. Berisha hizo el primero cuando se superaba la media hora y al poco de reanudarse el partido tras el descanso, marcó Demirovic. Quedaba la guinda: Vargas, en el 64′, firmó el 3-0. Fue la efectividad llevada al extremo. Porque el Augsburgo sólo hizo tres tiros a puerta en todo el partido; y marcó tres goles. El Leipzig parecía retorcerse en la lona, mirar las brillantes luces del techo y señalar la campana. Pero cuando más por muerto se le daba, resucitó.

Qué reacción

Y de qué manera. El brasileño Iago le hizo un harakiri a su equipo: vio dos amarillas en 2 minutos y desestabilizó todo. Porque ante diez, el Leipzig pensó que intentarlo, al menos, no costaba nada. Y con el 3-1 de André Silva en el 72′... nació el runrún. Fue un desenlace de película. Cuando se asomaba el 88′ marcó Nkunku un golazo de falta y puso todo en un puño. Y este mismo, segundos después, rompió a la zaga con un balón a su espalda y un disparo... que detuvo el portero. Pero el rechace quedó muerto en el área y el español Hugo Novoa, canterano del Dépor, lo mandó a la red. Era casi el 90′. Subidón.

La racha se mantiene intacta y Europa ya está a sólo 1 punto. Este martes llega el plato fuerte: visita del Real Madrid. Las entradas se agotaron de manera fugaz; habrá llenazo. Y los Toros Rojos tienen que ir como Miuras, porque su segunda plaza peligraría en caso de tropiezo (el Shakhtar visitará el Celtic Park a la misma hora y tiene 1 punto menos). Se la juegan ante los de Ancelotti, ya clasificados y con pie y medio en la primera plaza. Un punto les valdría para sellar, de manera matemática, el liderato de grupo. Y esta reacción les refuerza en la idea de que cuando quieren, son verdaderamente buenos.