De Rossi reina en Roma

Si a alguien le quedaba alguna duda sobre el efecto milagroso que tuvo la llegada de Daniele De Rossi en la Roma, el derbi ya dejó todo muy claro. El relevo de Mourinho sumó contra la Lazio su octava victoria en 11 jornadas, sin duda la más importante. Los giallorossi llevaban dos años sin ganar contra sus conciudadanos y, además, refuerzan un quinto puesto que, salvo sorpresas, valdrá un puesto en la Champions.

Tras las tensiones de la mañana, con las peleas entre ultras y fuerzas del orden y más de 1.000 agentes en los alrededores del Olímpico, antes del saque de inicio, el partido mostró su mejor lado. Los giallorossi, que jugaban de locales, decoraron las gradas con un tifo que recordó al legendario excapitán Agostino Di Bartolomei, mientras que los laziali colorearon de azul la Curva Nord.

El espectáculo de los hinchas no tuvo la respuesta adecuada en el campo, donde los de Tudor dejaron la iniciativa al conjunto de De Rossi. El guion, típico en los derbis de Roma, ofreció intensidad, duelos físicos, pero pocas ocasiones en las áreas. Immobile lo intentó con un zurdazo en el área que terminó en la parte exterior de la red, y los romanisti respondieron con un disparo desde lejos de Pellegrini. El encuentro se desbloqueó a balón parado, a falta de cinco minutos para el descanso. Mancini aprovechó un saque de esquina de Dybala con su especialidad, los cabezazos, y abrió la lata celebrándolo con la Curva Sud. Era un gol muy esperado: fue el primer tanto romanista en un derbi desde 2022, tras cuatro seguidos sin marcar ninguno.

Después de 45 minutos decepcionantes, Tudor decidió con valentía cambiar la cara de su once en el descanso. El nuevo entrenador laziale sustituyó a Romagnoli, que falló el marcaje en el 1-0, con Patric, a un apagado Immobile con Castellanos y a Isaksen con Pedro. Su medida no tuvo efectos inmediatos, ya que la Roma arrancó la segunda parte rematando al poste con El Shaarawy y con una peligrosa falta de Pellegrini. La Lazio creció con el paso de tiempo y, tras un gol de Kamada anulado por fuera de juego, empezó un arreón reforzando su delantera con Luis Alberto, que comenzó en el banquillo. El asedio, sin embargo, solo generó un remate a puerta y De Rossi pudo celebrar sin sufrir demasiado una victoria que parece decisiva para su futuro. Encontrar a un nostálgico de Mourinho entre los romanisti comienza a ser difícil.

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