De quinta división a jugar con Messi: “No parecía real”

Cuando echa la vista atrás le cuesta imaginarlo. En febrero de 2022, el hogar de Lawson Sunderland (Aurora, Estados Unidos, 22 años) era el Sant Andreu. El 15 de julio de 2023 estaba debutando en el Inter Miami. Y el 22 de febrero de 2024, compartía terreno de juego con Leo Messi. Un encuentro ante St. Louis que sería un día más en la oficina para el argentino, un día inolvidable para Lawson. En dos años, de Tercera Federación a jugar junto a su ídolo. “No parecía real”, reconoce en charla con AS, sobre la primera vez que entrenó con el rosarino y los otros tres fantásticos (Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez). Pero por mucho que se frotase los ojos, lo era.

No ha sido un regalo llovido. A pesar de sus 22 años, Lawson, de familia futbolera y con doble nacionalidad (ha sido internacional con EE UU Sub-18, pero también puede serlo con Alemania: su abuelo paterno era de Hamburgo), tiene mucha tinta en su biografía. A los 15 años dejó su Estados Unidos natal y, tras haber hecho una prueba con el Liverpool con el 8 de Gerrard a la espalda, puso rumbo a España. Al Levante. Sin apenas nociones de español, en unos seis meses ya comenzó a sentir comodidad en la conversación. Las costumbres las interiorizó antes. “Ahora echo mucho de menos la paella y también me gustaba la siesta”, bromea.

Después llegaría su paso por la DAMM, el Sabadell y su aterrizaje en el Sant Andreu. Un tránsito con una experiencia que le fortaleció, la COVID: “La mayor parte del tiempo lo pasé solo...”. Y de ahí, la llamada del Inter Miami. De Messi y de Beckham. “Es una persona increíble, siempre está abierto para hablar y darte consejos”, apunta sobre el boss del club floridano. En presente piensa en seguir ganando experiencia en el primer equipo miamense (suma ocho partidos), pero en el futuro no pierde de vista España (”mi sueño es jugar en la Liga) ni Europa.

Entrevista

Si le parece, vamos a hacer un recorrido por su carrera. Nace en Aurora, Illinois, y de repente, en 2017... al Levante. ¿Cómo da aquel salto? ¡Tenía 15 años!

Empecé a jugar con el Chicago Fire, con mi padre que es entrenador. Después al Portland Timbers y llegó la oportunidad del Levante. Estuvo genial, pero cuando me fui no sabía nada de español.

¿Nada?

Nada, nada. Daba clases en el colegio en Estados Unidos. Pero eso es diferente a tener que vivir con el idioma. Por suerte teníamos un entrenador italiano y sabía inglés. Me ayudó mucho.

Llegó a probar con equipos como el Liverpool también, ¿no?

Sí. Cuando estaba en el Timbers jugué un torneo en Dallas. Allí había un scout del Liverpool y me llamaron para hacer la prueba. Fue en su ciudad deportiva y me encantó. La verdad que noté un cambio. Me vino muy bien, porque todo suma para aprender.

¿Le llegan a presentar a alguien? ¿Le recibe alguna leyenda?

No, pero me puse el 8 de Gerrard un partido y fue flipante (ríe).

¿Notó cambios en la manera de entrenar, de formarse, en España respecto a Estados Unidos?

Lo que yo noté es que en España hay más libertad. Mucha más libertad para jugar, más combinaciones. Es el tipo de fútbol que más me gusta.

Ya en su etapa en el Sant Andreu, según tengo entendido, pasó la COVID estando aquí sólo. Imagino que será duro...

Era algo que nadie había vivido antes. La semana antes de que el país cerrase fiché por el Sant Andreu. Mi madre estuvo un tiempo conmigo, pero la mayor parte del tiempo lo pasé solo...

Sería duro... El idioma ya no sería un problema al menos, imagino.

La verdad es que sí. Pero, como dices, ya me sentía cómodo con el idioma. Comencé a hacerlo a los seis meses de llegar a España, más o menos. Viví en una residencia y sólo había jugadores españoles. Era aprender o no hablar. No hablaba bien, cometía errores, pero a los seis meses sí que me empecé a sentir bien con el español.

Y de repente, el Inter Miami. ¿Cómo recibe aquella llamada? Era el equipo de Beckham y estaba a un paso de jugar con Messi y compañía...

Me lo dijo mi representante y me pareció muy interesante. Un club como el Inter Miami y al filial... Era una oportunidad única y muy diferente a lo que tenía en España. Lo pensamos y creíamos que era el momento para dar el salto.

¿Qué dimensión tiene la figura de Beckham allí en Miami y en el club? ¿Ha tenido mucho contacto con él?

Una barbaridad. Es una persona increíble. Siempre está ahí y ayuda a los jugadores. Se puede hablar con él sin problemas. Está muy presente en el día a día y siempre está abierto para hablar si lo necesitas. De verdad, una persona increíble.

No tarda demasiado en dar el salto al primer equipo. De estar en quinta división española a jugar con ¡Messi! Sería tremendo.

Es un cambio radical. Hay mucho trabajo detrás. En el filial del Inter Miami me ayudaron mucho a crecer, a mejorar mi juego. Cuando tuve la oportunidad de jugar con el primer equipo fue algo impresionante. Es algo inimaginable.

¿Está también trabajando el Inter Miami la cantera como están haciendo con el primer equipo?

Sí, afecta a todo. Todos los jugadores quieren jugar con estas leyendas. Los jóvenes lo vemos y queremos trabajar aún más.

¿Qué sintió en los primeros entrenamientos con leyendas así? Con Messi...

Que no era real. Que no eran reales. Es muy diferente verlos por la tele y estar con ellos en el campo.

Pero entiendo que Leo será algo diferente...

Es que son tan buenos, todos... Pero sí, a Leo cada vez que le das la pelota, hace algo. Si tiene el balón es medio gol.

¿Son cercanos?

Muy cercanos. Siempre quieren ayudar y dar consejos. Somos un grupo y se nota. Es un honor poder estar con ellos.

Usted es un centrocampista alto, técnico, de posición... Por ahí hay un tal Sergio Busquets...

(Ríe) Siempre me he fijado mucho en él. Busi siempre ha sido uno de mis jugadores favoritos y he tratado de incorporar cosas de su juego. Me ayuda mucho y el poder jugar con él y contra él es una pasada. Aprendo mucho. Todo lo hace bien y poder preguntarle me parece un privilegio. Sus consejos son muy enriquecedores.

¿Siente que ha crecido mucho su fútbol al jugar al lado de jugadores de ese nivel?

Sí, creo que sí. He mejorado bastante en lo defensivo y para eso ayuda el entrenar con jugadores mejores. Pienso que me han enseñado muchas cosas, desde el cuerpo técnico a mis compañeros. Mi fútbol tiene muchas cosas nuevas. He aprendido a trabajar más, a defender más fuerte y estar siempre en movimiento con o sin balón.

¿Qué nivel diría que tiene la MLS actualmente?

Está creciendo mucho. Los clubes están invirtiendo más dinero y se nota. Hay muy buenos jugadores en todos los equipos, los partidos son muy competitivos y divertidos. Podemos disfrutar de muchos goles... ¡y golazos!

Y a nivel mediático, ¿nota que ha crecido el impacto con la ‘Messimanía’?

Sin duda. En cada partido que jugamos, en casa o fuera, es una locura. Tengo amigos en otras ciudad y me mandan fotos con la camiseta de Messi.

¿Cuántos amigos le han pedido una camiseta de Messi firmada?

Muchos (ríe).

¿Le gustaría volver a España? No puede desaprovechar ese castellano...

Me encantaría, siempre ha sido un sueño. Siempre he soñado con jugar con jugar en La Liga española.

De Sunderland a Lawson

Siempre me gusta cerrar con un test un poco más personal.

Vamos allá.

¿De donde viene su amor por el fútbol?

Por mis padres. Los dos jugaron. Mi madre jugó en la universidad y mi padre fue profesional. Siempre jugamos en casa.

¿Se ha llegado a plantear qué hubiera sido si no hubiera sido futbolista?

Lo he pensado muchas veces y creo que no tengo respuesta. Siempre he querido ser futbolista y tengo esa suerte.

¿Cómo mata su tiempo libre?

Aún estoy estudiando en la universidad. Estudio Dirección de Empresas. También toco la guitarra y me gusta aprovechar el poco tiempo libre que tengo con los amigos.

¿Tiene algún ritual antes de entrar al campo?

Antes de cada partido salgo al campo antes. Llamo a mi madre, a mi padre, a mi mentor, rezo y luego al campo.

¿Cuál es su serie favorita?

Siempre me ha gustado mucho Breaking Bad, pero ahora estoy con Juego de Tronos.

¿Tenía algún ídolo de infancia?

Leo.

¿Tiene alguna anécdota con él?

En el primer partido que jugamos juntos, entré en el 80′ y en una de las primeras jugadas me giré y le di el balón entre tres defensas. Él se fue de todos desde el centro del campo y casi mete gol. Me quedé embobado, fue increíble.

¿Su mejor recuerdo?

Creo que mi debut en la MLS. Tenía tantas ganas...

¿Y el más amargo?

Tener que dejar tan joven a mi familia. En el campo del Levante, cuando se marchó mi padre, fue complicado.

Un deseo para la presente temporada y otro para la que viene.

Ganar la liga y la copa esta temporada. Y para la siguiente y para todas, siempre tener salud para poder seguir aprendiendo y jugando.

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