De hacerse viral por un festejo a ser el ‘nuevo’ Hulk en Japón

Anderson Lopes (Recife, 1993) dejó Brasil hace ya siete años. Tenía 22 años cuando recibió una llamada que le invitó a cruzar el charco... del Pacífico. Una propuesta exótica, pero ya conocida en su país. Y es que gran parte del crecimiento futbolístico de Japón se debe a la contribución de decenas de jugadores brasileños que exportaron su fútbol al país del sol naciente. Algunos, como Hulk, aprovecharon esta oportunidad para luego dar el salto al fútbol europeo. Y es que el actual jugador de Atlético Mineiro también recibió la oportunidad de probarse en Japón, con solo 18 años, y fueron sus goles allí los que luego le llevaron al Porto.

El caso de Lopes fue algo diferente. Formado en el Avaí, y después de medio año complicado en el Athletico Paranaense, recibió una llamada de la que no todo el mundo puede presumir. Al otro lado del teléfono estaba Hajime Moriyasu, actual seleccionador absoluto de Japón, que venía de ser campeón de la liga japonesa en tres de las últimas cuatro temporadas con el Sanfrecce Hiroshima. Quería que sustituyera a Takuma Asano, ídolo del club que se marchaba a Alemania. Ante una propuesta así no se lo pensó. “Fui a buscar información y solo recibí cosas buenas, solo elogios. Cuando un jugador le dice a otro ‘te puedes ir sin mirar’ es porque es algo bueno”, declaró Lopes en Hinomaru podcast.

Adaptación a la cultura japonesa

Su llegada al país no fue sencilla. Es un jugador alto, corpulento, acostumbrado a jugar con unos espacios que no encontró. La intensidad de los jugadores japoneses los hacían desaparecer. Tampoco a nivel cultural lo tuvo fácil. “Mi mayor dificultad fue con la comida. Antes tenía este prejuicio, ‘ay, yo no como nada’. Pero hoy estoy tranquilo con la comida. Si no me gusta , al menos iré a probarlo”. En ese sentido, Moriyasu fue el que más le ayudó a adaptarse: “¿Quieres adaptarte más rápido aquí? Sal a cenar con los japoneses, habla, mézclate, come mucha comida japonesa”. Y le fue bien.

En su primera temporada completa en Japón llegó a los 10 goles, pero el equipo apenas pudo pelear por la permanencia. Pero él aspiraba a más. Recibió una propuesta del FC Seoul, campeón de Corea del Sur en 2016, y volvió a hacer las maletas. Ahí encontró un fútbol diferente al japonés, con más contacto, más técnica, pero resultados similares. Buen rendimiento individual, pero de nuevo un gran equipo que decepciona y pelea por no descender. Y escogió volver a Japón.

Su destino, el Hokkaido Consadole Sapporo, en la región más al norte de Japón. “Pensé que Porto Alegre hacía frío, pero lo fue hasta que llegué a Hokkaido, Dios mío en el cielo”. Y su estreno no pudo ser mejor. Debutó con dos partidos fuera de casa, pero para el tercero ya tendría la oportunidad de conocer a su nueva afición. Marcó su primer gol antes del descanso, y al principio del segundo tiempo, el segundo. En la celebración salió corriendo hacia la grada, saltó la valla de publicidad para acercarse a los suyos... y desapareció. No había visto que al otro lado había un foso de dos metros de profundidad. Por suerte, el golpe quedó en un susto y pudo completar un partido en el que anotó dos goles más.

Paso por China y éxito en Yokohama

En dos años y medio en Hokkaido marcó casi 40 goles. Pasó de ser un jugador de medio campo y banda a jugar como delantero centro, pero los títulos seguían sin llegar. En agosto de 2021, en busca de nuevos retos, aceptó la propuesta del Wuhan FC chino, un equipo en el que se encontraban jugadores como Daniel Carriço o Léo Baptistão. Sin embargo, antes de cerrarse el mercado ambos se marcharon. Lopes no duró mucho más; después de una mala primera vuelta del equipo, en enero tomó el camino de vuelta a Japón.

Yokohama Marinos le tendió la mano, y a su llegada encontró algo totalmente nuevo para él. “En Yokohama, el entrenador piensa en ser campeón. Tiene la mentalidad de ser campeón. Por mucho que ganemos los partidos, la preparación es diferente para los próximos partidos. La mentalidad de los muchachos es ganar”. Marcó 11 goles, y por fin, en noviembre de 2022, consiguió ese ansiado título que buscaba: la liga de Japón.

Con algo más de media temporada ya completada, este curso ya ha superado sus registros del pasado. Son ya 15 goles en 20 jornadas de liga, y su equipo marcha de nuevo líder del campeonato. “Estoy mucho más concentrado que el año pasado. Tienes que estar concentrado si quieres tener éxito en tu carrera. Cumplo 30 años y antes no era así. Comía mucha comida basura, muchas cosas que se interponían en mi camino. Hoy puedo equilibrarme un poco más, puedo dormir un poco más. Y eso de verdad marca la diferencia”. Ahora que ha alcanzado el éxito y su madurez futbolística no piensa en otra cosa, ni siquiera en volver a Brasil. “Estoy feliz aquí en Japón y estoy en un lugar que me ofrece todo lo que necesito profesionalmente”.