De Bruyne es otro nivel

La Bélgica de Tedesco inició el camino en la Nations League sin Courtois (por decisión propia), Lukaku ni Trossard, pero con un líder que no se cansa de brillar: Kevin de Bruyne. El futbolista del City espabiló a su equipo en un encuentro que los isralíes llegaron a comprometer a los belgas en el marcador.

De Bruyne abrió la cuenta al empujar dentro del área una buena maniobra de Doku en la izquierda. Sin embargo, la falta de contundencia defensiva hizo que Israel empatara en una acción que acabó rebotando en Castagne y colándose en la portería de Casteels, despistado un día más como sustituto de Courtois.

El choque se comprimió. A Israel se le anuló un gol por fuera de juego y fue necesaria la aportación de Tielemans al poco de comenzar el segundo tiempo para volver a desequilibrar la balanza del lado belga, que actuó como local aunque el choque se disputó por seguridad en Hungría.

La ventaja la amplió nuevamente De Bruyne de penalti, y pudo ser mayor si hubiera lanzado él una nueva pena máxima minutos después. Sin embargo, Openda, que provocó los dos, se encargó del segundo y lo falló. Los cambios descafeinaron el final del choque, aunque para entonces Bélgica ya tenía lo que pretendia: una nueva victoria y una nueva muestra de que el verdadero líder de este equipo es De Bruyne.

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