Darwin afronta un problema

No parece que la presencia de Uruguay en el Mundial de 2026 vaya a peligrar pero la selección que dirige Marcelo Bielsa atraviesa una crisis alarmante en cuanto a resultados y juego. El equipo ha pasado de maravillar y llegar a la Copa América como gran candidato al título a mostrar su lado más apático sobre la cancha. Muchos son los jugadores que deben dar un paso al frente pero Darwin Núñez acapara muchas de las miradas -y también de las críticas- por su falta de gol con la Celeste. Ahora le llegan dos oportunidades ante Colombia y Brasil para ver puerta y cerrar el mal momento de su selección.

Darwin vio puerta en la última jornada de Premier League ante el Aston Villa y fue clave en el triunfo que dispara al Liverpool en lo más alto de la tabla tras los tropiezos de Manchester City y Arsenal. Un impulso en la confianza y autoestima del goleador charrúa, que acumula tres goles con el cuadro ‘Red’ repartidos entre liga, Champions. También en Inglaterra le reclamen mayor puntería, aunque en ese caso la aportación de otros compañeros calma las aguas.

En Uruguay la sequía anotadora es global y los focos se centran en la punta de lanza, Darwin Núñez. La Celeste no ha marcado en los últimos cuatro partidos de Eliminatorias y ahora se mide a dos de las selecciones más potentes del continente. Además, con Colombia existen cuentas pendientes tras la derrotas en semifinales de la Copa América. En cambio, cuando viajen a Salvador de Bahía, será Brasil quien ofrezca ganas de revancha por el duelo de cuartos de final vivido este mes de julio.

El delantero de 25 años se perdió la fecha FIFA de septiembre por la sanción sufrida tras la trifulca que se montó tras el partido contra Colombia pero sí que jugó los dos partidos siguientes, donde completó todos los minutos y se mostró inoperante en la definición. En el último triunfo por Eliminatorias de Uruguay, hace un año, sí que anotó un doblete contra Bolivia. También arrancó la Copa América con fuerza viendo puerta en los dos primeros partidos contra Panamá y de nuevo ante Bolivia pero ese fue su último tanto a nivel de selecciones.

Si un equipo que genera tanto como el Liverpool a Darwin le cuesta sumar goles, qué decir en una selección a la que se le ha apagado la bombilla y no es capaz de mandar en los partidos e imprimir ese ritmo alto tan característico con Bielsa. Si en Anfield el delantero puede aprovechar su capacidad contragolpeadora, aquí no encuentra los espacios suficientes para desbordar y tampoco es surtido de balones precisos para finalizar en el área. Llegan dos duros exámenes para un goleador al que se le piden cifras mucho más altas.

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