Cuidado: Osimhen y Kvara están de vuelta

Es pronto para afirmar que, como se dice bajo el Vesubio citando a Eduardo De Filippo, “è passata ‘a nuttata” (“la noche ha terminado”), pero el Nápoles ha vuelto a dar señales de vida. El 6-1 en el estadio del Sassuolo, recuperación de la jornada 21 aplazada por la Supercopa, coloca a los azzurri en el noveno puesto, a cuatro puntos de la zona Europa. El festín fue liderado por sus héroes del scudetto, Victor Osimhen, que con un hat-trick encadena cinco goles en los tres partidos que jugó desde su regreso de la Copa de África, y Kvaratskhelia, autor de un doblete y de una asistencia. Si el nigeriano y el georgiano recuperan su mejor versión, los sureños pueden soñar con algo mejor de lo vivido hasta ahora en este curso. También en Barcelona.

El Sassuolo era el conjunto ideal para levantar cabeza. Los neroverdi encadenaban cinco derrotas y un empate en las últimas seis jornadas y, en estos días, sustituyeron en el banquillo a Alessio Dionisi con Emiliano Bigica, técnico del conjunto Primavera. Su enésima tarde para olvidar, sin embargo, había comenzado bien gracias a un espectacular remate de Uros Racic en el 16′. El ex del Valencia había abierto la lata tras un buen comienzo de los azzurri, que reaccionaron cuando podían hundirse. Rrahmani puso las tablas recibiendo un taconazo de Anguissa tras un pase al hueco de Di Lorenzo en el 29′, y luego se desató Osimhen.

Dos minutos después, el nigeriano completó la remontada gracias a un pase de Politano y, justo antes del descanso, anotó el 3-1 tras una mala salida desde atrás de Matheus Henrique, siempre con asistencia del italiano. El monólogo del campeón italiano continuó en los primeros minutos de la reanudación. Osimhen completó el hat-trick tras otro error de la zaga local aprovechado por Kvaratskhelia, que tras asistir al punta anotó el quinto con una de sus roscas imparables. El georgiano, en el 75′, cerró la fiesta con una volea zurda tras un córner lanzado por Raspadori.

La goleada representa apenas la segunda victoria del Nápoles en las últimas seis jornadas, pero es una señal importante. Calzona, al que se le escapó el triunfo sobre la bocina también en Cagliari, suma dos empates y un triunfo en sus primeros tres encuentros y el domingo, ante la Juventus en el Maradona, puede dar una señal definitiva sobre el crecimiento del equipo. Con este Osimhen, autor de cinco goles en una semana (13 en los 1.553 minutos de este año: uno cada 119′), hay esperanza.