Los penaltis llevan al Nápoles a los cuartos de Copa Italia

El Nápoles se enfrentó al Cagliari ante su público, recién llegado de auparse a la cima de la tabla de la Serie A junto al Milan y a la espera de la gran cita contra la Juventus. Antonio Conte rotó, mientras que el equipo de Pisacane intentó dar un gran golpe lejos de Cerdeña. Los azzurri presionaron con Lucca y Olivera desde el principio, mientras que el Cagliari luchó por inquietar a los rivales. El delantero centro del Nápoles quiso demostrar que merece sus oportunidades, ya que Hojlund se mantiene intocable a la espera del regreso de Lukaku.

De hecho, el gol del Nápoles llegó en el 28’ gracias a Lucca, quien interceptó un centro de Vergara y remató de cabeza desde fuera de la portería de Caprile. El Cagliari intentó responder de inmediato con Adopo, quien asistió a Luvumbo al contraataque, pero este último no controló bien el balón y el Nápoles recuperó rápidamente el control del partido. Lucca tuvo al menos dos excelentes ocasiones más antes del pitido del árbitro. Una de ellas de asistencia de Politano, que lo encontró en profundidad.

Al regresar al campo para la segunda mitad, Pisacane dio entrada a Prati y Esposito. Estas dos sustituciones cambiaron la suerte del Cagliari, ya que dos intentos de gol amenazaron con poner en peligro la ventaja del Nápoles en la primera parte. En el 67’, los temores se hicieron realidad: Borrelli lanzó un contraataque y Esposito recogió el balón antes de disparar con la derecha para empatar el marcador. 1-1. Los azzurri intentaron reaccionar de inmediato, pero los sardos se encendieron y atacaron.

En el 78’, Esposito recibió el balón en el área de Idrissi, pero no encontró portería. Caprile atajó en el último momento un disparo repentino de McTominay y los equipos tuvieron que ir a los penaltis tal y como apuntan las reglas de la Coppa Italia en caso de empate. Ambos equipos enviaron a sus jugadores al punto de penalti y se necesitó una interminable tanda para decidir quién avanzaría a los cuartos de final: Nápoles y Cagliari terminaron 10-9, con la parada de Milinkovic-Savic a Luvumbo y el posterior gol de Buongiorno resultando decisivos, entregando el partido al Nápoles de Antonio Conte.

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