Cristiano, rey sin trono
Tras anotar sendos dobletes con la selección, el portugués, como Talisca, marcó otros dos goles en la victoria del Al Nassr ante el vicecolista del campeonato. La victoria del Al Ittihad, sin embargo, le priva del liderato.
La doble redención de Cristiano Ronaldo se quedó a medias. Tras recobrar el feeling a base de goles -cuatro- con la nueva Portugal de Roberto Martínez, regresó del parón internacional a Arabia Saudí en búsqueda de un liderato que tendrá que seguir esperando. Cumplieron con su parte general el Al Nassr, con una victoria de reafirmante autoridad, y el portugués, en particular, con otro dos tantos que ponen la guinda a su momento personal: hat-trick de dobletes. Cristiano es otro, pero no así el líder de la Liga Profesional Saudí, que continuará en propiedad del Al Ittihad, después de no tropezar ante el Damac (3-0) de la ciudad de Khamis Mushait.
Era la carambola por la que imploraba el conjunto dirigido por el técnico francés, Rudi García, que calcó la alineación con la que se marchó a ese stand by de dos semanas sin competición en el modo persecución al que le abocó su derrota ante el propio Al Ittihad. El Superclásico saudí con Cristiano y Mateu Lahoz como cabeza de cartel pero que acabó protagonizando Romarinho para desbancar de liderato al Al Nassr. El portugués evidenció de nuevo que es el rey, pero solo le falta el trono. Suyo fue el tanto inicial y que puso cuesta abajo un partido que gobernó de principio a fin bajo el orden y el rigor de Luiz Gustavo, los serpenteos de Ghareeb entre líneas, la magia de Talisca y el martillo pilón del de Madeira.
Después de que Álvaro González salvara bajo palos el susto inicial del vicecolista del campeonato, Al Amri se inventó un recorte de fantasía para ser derriba y acabar mandando al árbitro al monitor del videoarbitraje. No hubo duda, penalti, ni tampoco la tuvo Cristiano, que encajonó el balón en el moflete derecho de la portería de Mijatovic cinco minutos antes del intermedio. Antes, en esa espiral de voracidad incontenible en la que orbita competitivamente el portugués, le dio tiempo a acumular otras dos ocasiones para, prácticamente, sentenciar y esperar noticias positivas desde Yeda.
Lo que acabó llegando, sin embargo, fue el golazo tradicional de Anderson Talisca. Un disparo supersónico del brasileño nada más salir de vestuarios despachó un partido con una segunda entrega con poca historia. La que le pusieron el brasileño y el portugués, una dupla con química y altamente productiva. Así lo evidenció el tercer tanto, en el que puso en órbita al ‘7′ en uno de sus tantos con ‘copyright CR7′: arrancada y zurdazo cruzado. Aún dio tiempo para que el ex del Benfica o Besiktas animara la fiesta del portugués con una escuadra rival entregada, anotando el 0-4 con una vaselina gourmet que quiso repetir en el gol que acabó conformando la manita: esta vez sí, lo adivinó Mijatovic, pero no estuvo tan atento Al Harbi, que regaló el balón para que Ayman pusiera el broche a una goleada sin premio deseado.