Colosal Lens

El Racing Club de Lens ha vuelto al sitio que se merece, al que nunca debió abandonar, a colarse en la mesa de los mejores equipos de Francia, tras un verano en el que, debido a la acuciante crisis económica que sacude el fútbol francés, se vio obligado a vender a sus mejores jugadores. Gracias al enorme trabajo de su directiva y del excelente Pierre Sage, que está labrándose una prominente carrera de entrenador, el conjunto norteño venció 1-0 al Estrasburgo y se colocó segundo de la Ligue 1, competición en la que ni el más optimista podía vaticinar un inicio de temporada como el que está protagonizando. El joven Ganiou, a balón parado, decantó la balanza en un encuentro cerrado y con muy pocas ocasiones.

Fue un partido trabado, de pocas ocasiones, con dos equipos defendiéndose en marcaje individual y equilibrando los sistemas. El Lens no necesita de grandes actuaciones para poner tierra de por medio, ya que su arma letal, el balón parado, se impone independientemente de los contextos.

Los Sangre y Oro pudieron adelantarse cuando apenas habían transcurrido 30 segundos de juego. Con los últimos aficionados entrando en el fragoroso Bollaert-Delelis, Thauvin falló una ocasión flagrantes, insólita en un jugador de su calidad. Solo ante Penders, tras un autopase espléndido, el disparo del campeón del mundo salió lamiendo el poste.

Poco a poco, el Estrasburgo fue imponiendo su estilo de juego en el norte de Francia. Comandados por un excelente El Mourabet y por un notable Valentín Barco, el mejor hasta su expulsión, los alsacianos asomaron el área rival, aunque sin inquietar sobremanera a Risser.

Otro portero, Penders, el nuevo Courtois según la prensa belga, se erigió como el héroe de la contienda, repeliendo un sinfín de ocasiones antes del descanso. El Lens, que fue de más a menos, llegó a desesperarse ante un guardameta que, gracias a su envergadura y sus reflejos, se ha convertido en el sostén del Estrasburgo durante muchos momentos de la temporada.

El partido se iba a decidir por pequeños detalles. Y el Lens sacó a relucir su mejor baza, el balón parado. Ni siquiera el Arsenal, una apisonadora esta faceta, reúne mejores números que el club norteño. El joven Ganiou, inadvertido hasta este sábado, aprovechó una jugada ensayada para materializar el 1-0. El Bollaert-Delelis era una fiesta. Más todavía con la autoexpulsión de Valentín Barco, que llegó muy tarde a un duelo defensivo y vio la roja merecidamente. El Lens aguantó el resultado y asaltó la segunda plaza de la Ligue 1, en la que sigue soñando despierto.

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