Brasil, de riguroso e histórico negro, hinca la rodilla contra el racismo
La Seleçao de Vinicius, quien lució el ‘10′ en homenaje a Pelé, guardó un minuto de silencio antes del amistoso ante Guinea en una velada repleta de reivindicaciones contra la segregación racial.
Que este sábado no era un día cualquiera en el Stage Front Stadium (empezando por la denominación misma del estadio, de estreno) lo demostraba la banda sonora que sonaba por megafonía: sólo música negra, de Brasil y Guinea, aportada por ambas federaciones y sus jugadores a un ‘DJ’ canario contratado para la ocasión. Era sólo el preludio de un día histórico en la lucha contra el racismo en el fútbol.
No es grandilocuencia. La prueba es que Brasil vistió completamente de negro por primera vez en más de un siglo de trayectoria, y lo hizo durante todo el primer tiempo de un partido amistoso pero con un lema que se podía leer en cada recoveco del estadio del Espanyol: Com Racismo Nao Tem Jogo (Con el racismo no hay partido). Una reivindicación que se palpó en cada poro. En Vinicius Júnior, el abanderado de esta pugna, luciendo el ‘10′ de Pelé. En el pasillo de vestuarios customizado también de negro, con un puño en alto en la pantalla del fondo. En el vídeo sobre la lucha contra la segregación racial que se proyectó en las inmensas pantallas antes de que los jugadores ingresaran en el césped. Y, por supuesto, en lo que vino después.
De piel de gallina fue el minuto de silencio que se vivió entre las selecciones de Brasil y Guinea, que decretó el árbitro, Andris Treimanis, y en el que mientras la mayoría de jugadores sudamericanos hincaron la rodilla sobre el terreno de juego en un gesto ya icónico, los africanos permanecieron sentados al unísono. El colofón fue la cuenta atrás hacia el pitido inicial, visibilizada a través de manos de personas de raza negra. Y acompasada por un estadio unido también por tan tremenda lucha.