Brahim conduce una locomotora

Marruecos es una locomotora. Y si le faltaba algo a la selección que asombró en el último Mundial, la llegada de Brahim le ha dotado de una referencia que canalice su poder ofensivo. En África son la principal potencia actual y este viernes lo demostraron en Gabón (1-5), el encuentro más exigente de una fase de clasificación de la Copa de África que los de Regragui tienen ya cerrada. Les tocó remontar, pero con un doblete de Brahim, Marruecos sigue contando sus partidos por victorias: cinco, con 19 goles a favor y 2 en contra.

Y eso que Gabón salió mejor y solo tardó cinco minutos en abrir el marcador. Aubameyang, que en su equipo nacional tiene libertad absoluta, acaparó la atención de la defensa, lo que aprovechó Bouanga (jugador de Los Angeles de la MLS) para recibir en la izquierda y perfilarse con la derecha para marcar un golazo ante Bono. Que el 2-0, obra de Aubameyang, fuera anulado por fuera de juego ya fue el aviso definitivo para que Marruecos despertara.

Y lo hizo... con ayuda de la fragilidad defensiva gabonesa. Un saque de falta de Hakimi lo remató el central Harkass (el único de Marruecos que juega en la liga local) para empatar el encuentro. El tanto no solo espabiló al semifinalista del último Mundial, sino que también destapó la gran debilidad de su rival: el balón parado. Y el más beneficiado fue Brahim. El mediapunta madridista fue capaz de anotar dos goles idénticos en dos minutos. Jugadas a balón parado con centros al área buscando al central realista Aguerd, prolongación y Brahim, en el segundo palo, remataba. En las dos ocasiones, el malagueño exhibió olfato de gol y Gabón, pasividad defensiva.

En la segunda mitad, el encuentro ya estaba de cara para una Marruecos que acumulaba ocasiones. Y Brahim era protagonista en muchas ya que, con una Gabón rota, encontraba espacios entre líneas para crear. Tanto el madridista como Ben Seghir, el talento del Mónaco, se intercambiaban en la mediapunta para hacer estragos. Y así fue hasta el minuto 63, cuando Brahim fue sustituido por Aboukhlal, el jugador del Toulouse, que entró en la convocatoria a última hora por la grave lesión de Ilias Akhomach, del Villarreal. El tramo final siguió con el mismo guion y sirvió para que Marruecos cerrara la goleada. El exsevillista En-Nesyri y Saibari, jugador del PSV que ha nacido en Terrassa, salieron desde el banquillo para cerrar un marcador de escándalo.

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