Brahim apaga a la Juve con un golazo

Un gran Milan alcanzó provisionalmente a Nápoles y Atalanta en la cima de la Serie A batiendo a una Juventus que vuelve a demostrar su real nivel en este curso. Las victorias con Bolonia y Maccabi Haifa le habían dado algo de esperanza a un equipo que apenas sumó dos puntos en los cuatro partidos ligueros lejos de su estadio y que, en esta temporada, ya perdió cuatro veces.

Lo mejor de los bianconeri fue su comienzo, con una presión agresiva que buscaba activar las llegadas de Cuadrado y Kostic y las combinaciones entre líneas de Vlahovic y Milik. Fue poco más que una ilusión para los juventini, que con el paso del tiempo acabaron sufriendo la mejor organización y también el talento de sus rivales. Pioli optó por salir de inicio con Pobega, la sorpresa de hoy, y le dio confianza a Brahim tras varias actuaciones muy apagadas de De Ketelaere. Ambas decisiones fueron un acierto.

Los milanisti, obviamente, daban miedo cada vez que empujaban desde la izquierda, zona de los imparables Theo y Leao. El portugués hizo temblar a la Vecchia Signora con un taconazo genial en un córner y una precisa rosca: ambas jugadas acabaron golpeando la madera.

Los frutos del trabajo rossonero llegaron justo antes del descanso, cuando Tomori, tras un saque de esquina, recibió un intento de remate de Giroud, controló el esférico y batió a Szczesny en el área chica con un zurdazo.

El gol encogió todavía más a la Vecchia Signora y Brahim, en el arranque de la segunda parte, remató la faena. El español coronó una gran actuación con otro golazo inolvidable a los turineses, a los que ya golpeó en 2021. Tras un absurdo pase atrás de Vlahovic, recuperó el balón en la mitad de campo, se deshizo de Bonucci, evitó el desesperado intento de Milik de pararle, penetró en el área y le dobló las manos a Szczesny. Un golazo, el segundo en este curso, en el que suma poco más de 400 minutos. Merece confianza.

Quedaban 20 minutos, pero la desordenada reacción juventina solo creó un par de ocasiones desperdiciadas por Milik y Kean, mientras que en la otra área Theo y el revulsivo Origi tuvieron muy cerca el 3-0. Una victoria muy merecida para el Milan, que deja un mensaje clarísimo: la Juve de Allegri está muy lejos de los campeones del Calcio. Como en las últimas dos temporadas.