Bochorno del PSG

Aunque no tenga incidencia el resultado en la clasificación, el PSG sigue acumulando derrotas, descalabros, bochornos que, en definitiva, hunden todavía más un proyecto que tocó fondo en el mes de marzo. Los de Galtier se estrellaron contra el Lorient, 1-3, y consumaron su noveno tropiezo del año, cinco más que en todo el 2022. Su rival fue muy superior durante los 90 minutos, expuso todavía más las carencias del líder de la Ligue 1, al que ya no le vale ni siquiera con Mbappé y Messi y agudizó todavía más el final de temporada de una plantilla que solo quiere que llegue junio para desconectar de un año para olvidar.

Se presentaba una tarde extraña para el PSG. Con el título de la Ligue 1 prácticamente en el bolsillo, sin los ultras, sancionados por bengalas, el partido ante el Lorient, que no se jugaba nada, parecía un mero trámite para los parisinos. Sin embargo, todo cambió en cuestión de minutos.

Primero, por el gol visitante, firmado por Enzo Le Fée tras una gran jugada del talentoso Romain Faivre. El 0-1, merecido, fue una alerta para un PSG que había comenzado el encuentro dormido y con un ritmo parsimonioso, el mismo que lleva poniendo en práctica desde que se consumó su eliminación de la Champions en marzo.

Segundo, por Achraf Hakimi. El lateral, que había forzado precisamente hace dos semanas la expulsión de un jugador del Lens, se fue a la calle en 20 minutos. Con tarjeta amarilla, el marroquí llegó tarde a una disputa con Yongwa y el colegiado ni titubeó a la hora de expulsarlo. El PSG se quedaba en inferioridad numérica ante un rival que había viajado a París a no regalar nada.

Al rocambolesco guion de partido en el Parque de los Príncipes le faltaba añadir un ingrediente cómico. En una gran ocasión del PSG, Mbappé pidió penalti. El árbitro, que amagó con llevarse el silbato a la boca, indicó al delantero que se levantara. Mvogo, portero del Lorient, creyó que había señalado libre indirecto por simulación y dejó el balón en el suelo, un regalo para el francés, que cogió la pelota y la empujó a la red. Ese tanto fue un espejismo, ya que el PSG ni reaccionó y volvió a encajar al borde del descanso. Otra maravillosa jugada de Faivre en la derecha acabó en las botas de Yongwa, que materializó el segundo tanto del Lorient.

El Parque de los Príncipes, aun sin los ultras, no dudó en dedicarle una sonora pitada a sus jugadores, que volvieron del túnel de vestuarios con otra intensidad, esperada ante el flojo primer tiempo que habían perpetrado. Entró Fabián por Carlos Soler, Nuno Mendes por Bernat y, paulatinamente, el PSG fue arrinconando a un Lorient con superioridad numérica. Ramos la tuvo de cabeza, pero su remate rozó el larguero.

Al partido le faltaba control. Era una ruleta rusa en la que el PSG se jugaba a una carta todo sin prácticamente centro del campo. Las ocasiones se sucedían. Mvogo, con la cabeza, evitó el 2-2 de Danilo y el Lorient tenía piedad al perdonar dos oportunidades de Le Fée y Dieng, ingresado en el segundo tiempo y que erró a puerta vacía un centro lateral de Yongwa.

La ruleta rusa del Parque de los Príncipes cayó del lado del Lorient, que aguantó replegado y supo siempre cómo encontrarle las cosquillas al PSG. Bamba Dieng, canterano del Marsella, marcó el 1-3, pero el VAR lo anuló por fuera de juego. Para más inri, a la jugada siguiente, en un córner del PSG, el delantero se quedó solo ante Donnarumma y marcó en segunda instancia, consumando la novena derrota del año para los parisinos, que ganarán la liga, pero su temporada es una de las peores desde que aterrizó Qatar, cuyo crédito está más en entredicho que nunca.