Boca vuela con Cavani

Los momentos importantes están hechos para los grandes jugadores. Sobre el 2024 de Edinson Cavani se encuentra todo lo pesado que tuvo que sostener durante la temporada pasada tras llegar a Boca Juniors. Sabiendo que si figura era de talla mundial a pesar de su edad. Conociendo que llegar a un equipo con el que había soñado jugar no haría que las cosas que fueran fáciles. Y teniendo que ganarse a una afición exigente que quiere disputar y levantar cualquier título que se ponga por delante de su equipo.

El 2024 del uruguayo es excelso, preciso. Los problemas físicos, que llamaron a su puerta durante algunos momentos en el inicio del curso, no han impedido que se vuelva a ver el mejor olfato en el ex internacional charrúa. Las cifras hablan por si solas, y su rendimiento y compenetración con sus compañeros también. Ante Cruzeiro lo volvió a demostrar. Dando alas a su equipo. Ofreciendo calma cuando más lo requería su entrenador. Cuando la pelota llega a su pie en una buena situación parece difícil pensar que va a fallar actualmente.

Los brasileños plantearon un partido de contención. Presionando, incomodando y haciendo que las disputas fueran constantes. En un encuentro que en el primer tramo apenas dispuso de ocasiones, los de Diego Martínez no llegaron a acomodarse del todo... Algo que se extendió a lo largo de los primeros 45′ en La Bombonera.

No obstante, Boca salió en el segundo tiempo empujado por su afición. Sabiendo que esta Copa Sudamericana requiere de esfuerzos y competitividad. Y con el conocimiento de que un buen resultado en casa puede ofrecer garantías para afrontar una vuelta lejos de la localía. Con esa premisa el xeneize mejoró en el segundo tiempo. Moviendo la pelota hacia las bandas, trenzando mejores jugadas, y encerrando a un Cruzeiro que por momentos se vio agobiado cerca de la portería de Cássio.

En sintonía con lo que pasaba en la grada, Boca fue a por el gol. En una gran jugada colectiva Cavani fue el que entró en el área para moverse sobre el fuera de juego como un equilibrista como tantas veces ha hecho en su carrera. La ocasión sólo podía acabar en gol y así fue -su quinto gol en la Sudamericana-. La Bombonera gritó, el uruguayo celebró y los argentinos pusieron las cosas de cara. Cruzeiro no se repuso del gol encajado y casi se ve con más dificultades en el marcador tras un palo del propio Cavani y una parada de Cássio que estará entre las mejores del torneo.

Los de Diego Martínez supieron cerrar el resultado. Demostrando experiencia, haciendo que los brasileños se fueran ahogando poco a poco en ataques que apenas llevaban a ningún lado. Demostrando que el único rumbo en el partido para ellos, en Buenos Aires, llevaba hacia la derrota.

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