Inglaterra

Bajonazo Gyökeres 

Existe cierta preocupación en el Arsenal debido a la poca participación ofensiva del sueco y especialmente a las oportunidades que no aprovecha.

GLYN KIRK
Redactor y portadista de Sección de AS América de Diario AS desde 2020. En 2015 entró en Diario AS como becario y desde entonces es su casa. Le gusta la Premier League, la Fórmula 1 y el tenis. Ahora le podrán leer sobre cualquier tema sudamericano y europeo. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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Malos controles, balones que se escapan de las botas y ocasiones que no acaban en gol. Es una imagen que se repite en cada partido de Viktor Gyökeres cuando se pone la camiseta del Arsenal. El sueco está generando preocupación en el aficionado gunner y en el club ante su bajo rendimiento y su poca adaptación al sistema de Mikel Arteta.

El conjunto inglés hizo una gran apuesta por Gyökeres el pasado verano al pagar 65,8 millones de euros. El Arsenal necesitaba un ‘9’ de garantías que le diera ese plus que echó de menos en temporadas pasadas y que le faltó para coronarse campeón de la Premier League. Ni Gabriel Jesús, ni Kai Havertz ni Eddie Nketiah fueron suficientes para convertir a los gunners en el mejor equipo del campeonato. Por eso, nombres como Alexander Isak o Gyökeres sonaron con fuerza para reforzar la delantera. Finalmente, el exjugador del Sporting fue el elegido y desde el principio asumió esa responsabilidad de ser ese delantero que marcara la diferencia hasta decidió llevar el mítico dorsal 14 que lució Thierry Henry.

Si se comparan los registros de Havertz y Gabriel Jesús de la temporada pasada con los actuales de Gyökeres, el sueco sale perjudicado. No mejora en ningún dato a los dos jugadores que no fueron capaces de ayudar al equipo en los momentos más decisivos. El alemán y el brasileño generan 0,45 y 0,48 goles por partido, respectivamente, mientras que su compañero se queda en 0,38, según datos de Besoccer. Además, es el que menos tiros a puerta realiza (0,83), frente a los 0,88 y 1,24 de Havertz y Gabriel Jesús.

Seis meses después de su fichaje, Gyökeres no ha sido el Henry de Wenger para Arteta o el Haaland de Pep Guardiola. La realidad es que se le escapan oportunidades en cada partido que disputa. En 15 encuentros de Premier, el delantero ha marcado cinco goles —tres de ellos en los primeros cuatro encuentros y solo dos en los onces siguientes—. No hay duda de que el sistema de Arteta no está consiguiendo encajar con su nuevo delantero.

Pérdida de nivel

El rendimiento de Gyökeres empeora semana a semana (ante el Brighton tampoco tuvo su día) e incluso sus cifras individuales han bajado mes a mes, siendo diciembre el peor desde su llegada al Arsenal. Promedia menos toques y remates en este mes que en cualquiera de los cuatro anteriores en la Premier.

Sus números individuales de esta temporada son los peores de sus últimas cuatro campañas, incluso inferiores a los que firmó con el Coventry en Championship. Si se comparan goles, pases clave, asistencias, pases completados en el último tercio y tiros a puerta de las últimas cuatro temporadas, los registros más bajos en todos los apartados corresponden a su etapa actual en el Arsenal, según datos de Besoccer.

Aumenta la competencia

El mejor momento de Gyökeres llegó antes de su lesión muscular, que le tuvo apartado durante cuatro partidos: dos de Premier y dos de Champions. El sueco se estaba adaptando bien al sistema de Arteta antes de verse obligado a volver a empezar de cero.

Durante su ausencia, Mikel Merino le comió la tostada al tener que ejercer nuevamente de delantero, siendo una pieza importante en las victorias ante Bayern de Múnich y Tottenham. Incluso Gabriel Jesús —que volvió de lesión casi un año después— fue una figura clave en la victoria in extremis frente al Wolverhampton en el Emirates Stadium.

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Si el español y el brasileño mantienen este nivel, se abre un nuevo paradigma para Arteta que afectaría directamente a Gyökeres, ya que podría pasar de ser la primera carta de la baraja a quedar en un segundo o tercer plano. Tampoco hay que olvidarse de Havertz, que regresará a principios de 2026. Aun así, Arteta tendió un capote al sueco hace unos días: “Los goles llegarán”.

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