Arteta no pierde de vista al City

El Tottenham ganó varias de las muchas batallas que se libraron en el Tottenham Hotspur Stadium, pero quien se alzó triunfador en la guerra del norte de Londres fue el Arsenal (0-1). En un partido caliente e intenso, que por momentos iba camino de batir el récord de amonestaciones, fue un cabezazo de Gabriel Magalhães el que marcó la diferencia en el luminoso. Otro, porque el conjunto gunner ha marcado 23 goles a balón parado desde el comienzo de la pasada temporada pasada de Premier League. También es el rey en eso.

Mikel Arteta supo jugar sus armas, y defender su portería, para erigirse como rey en el norte, y por tercera vez consecutiva visitando el feudo spur, y no perder de vista en la carrera por el título liguero al Manchester City. Tan solo dos puntos les separan del cuadro mancuniano. Aunque los spurs, con apenas cuatro puntos de 12 disputados, gozaron de ocasiones suficientes para haber derribado el muro de sus vecinos y eternos rivales, David Raya y William Saliba siguen inconmensurables en defensa. A estos se sumó también un colosal Jurriën Timber. El Arsenal se mantiene en la pelea, incluso sin Martin Ødegaard ni Declan Rice.

Un derbi de tarjetas

Los Derbis del Norte de Londres siempre son calientes. La batalla del Tottenham Hotspur Stadium se la perderían en el Arsenal numerosos futbolistas importantes: Martin Ødegaard, Mikel Merino y Riccardo Calafiori por presión; y Declan Rice por sanción. Quien sí estuvo fue David Raya, que ha empezado la temporada de dulce y en los primeros cinco minutos de encuentro tuvo que aparecer hasta en dos ocasiones para salvar a los suyos. Otras dos intervenciones de mérito se apuntó también el meta local Guglielmo Vicario. Especialmente importante fue el mano a mano que le detuvo a Gabriel Martinelli, aunque el principal encargado de frenar las acometidas rivales fue un coloso William Saliba.

La temperatura del partido fue subiendo por momentos. La presión alta y contragolpes gunners ante un Tottenham más contemplativo se toparon una y otra vez con las faltas y encontronazos que Jarred Gillett fue castigando a base de amonestaciones. Hasta siete tarjetas amarillas mostró el colegiado australiano durante los primeros 45 minutos, que parecía haberse propuesto superar el récord de 14 cartulinas registrado escasas horas antes por Anthony Taylor en el Bournemouth-Chelsea.

Aerolíneas Gabriel

Los defensas que más elogios merecían durante los segundos 45 minutos eran los spurs. La pareja ‘Cuti’ Romero-Micky van de Ven se mostró imperial en la reanudación del encuentro, frenando y despejando una y otra vez las incursiones rivales. Sin embargo, hay ocasiones que los cumplidos debilitan. Fue el central argentino el que, a los 64 minutos de encuentro, perdió la marca de Gabriel Magalhães en un saque de esquina y el brasileño se levantó por encima de todos para estrenar el marcador. Otra vez, el balón parado marcando diferencias en favor de los pupilos de Mikel Arteta.

Ya con Raheem Sterling sobre el terreno de juego, que disputó sus primeros minutos como futbolista gunner en el Derbi del Norte de Londres, el Arsenal cerró filas sobre su portería y se defendió a las mil maravillas del aluvión de llegadas final de los pupilos de Ange Postecoglou. Ni Timo Werner ni Wilson Odobert pudieron abrir una grieta en el muro defensivo del Arsenal. Los tres puntos se quedarían en el norte de Londres, pero volarían del Tottenham Hotspur Stadium al Emirates Stadium... otra temporada más.

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