Arteta golpea primero

Según una encuesta reciente en Inglaterra, los seguidores del Arsenal son los más optimistas, y la verdad, tienen bastantes razones para ser felices. Este viernes dieron la bienvenida a la 30° edición de la Premier League con una victoria en el campo del Crystal Palace, que no pudo remontar un gol tempranero de Gabriel Martinelli, el mejor de los jóvenes aunque sobradamente preparados de Mikel Arteta. Después, el imponente central de los gunners, William Saliba, echaría el candado al duelo, y Saka haría el 0-2 definitivo.

Pero ya desde el principio el equipo del norte de Londres controló el partido, con Ødegaard como capitán y eje del esquema de los gunners, en un 1-4-2-3-1 coronado por Martinelli, Saka, y Gabriel Jesús, el fichaje estrella. Arteta espera pulir a las tres joyas del Arsenal en ataque, pero en los primeros minutos de la Premier en Selhurst Park ya se les vio brillar. De hecho, Jesús se le mostró tan voluntarioso y tan grácil que algunos aficionados en la grada se llegaron a cuestionar si había desperdiciado todos estos años en el City, aunque solo el tiempo y las victorias darán la razón a estos seguidores. Y entre tanto, el delantero brasileño agarró un balón de espaldas a la meta de Guaita, pivotó y se sacó un córner de la chistera.

Saka soltó entonces el centro, muy pasado, pero dio con Zinchenko, que llegó como una exhalación y cabeceó hasta el área pequeña, donde apareció la cabeza nerviosa de Martinelli para marcar el primer gol del campeonato. Era el 0-1 y la confirmación del gran momento del Arsenal, que había amenazado hasta en cinco ocasiones el área de los chicos de Vieira. Eso sí, después de un arranque memorable, el Arsenal bajó el ritmo a la media hora de partido. Fue entonces cuando el Palace creció en el juego, empezó a combinar, mezclar y a encontrar a Zaha hasta acabar llamando a la puerta de Ramsdale, justo antes del descanso. Hasta ese momento, Ben White, el lateral de circunstancias de Arteta, había contenido con mucho éxito al punzón del Palace.

Y la tendencia siguió en la segunda mitad, cuando Zaha dejó solo con un pase soberbio a Eze, que disparó sin mucha ambición y se encontró a Ramsdale, siempre bien puesto. Pero si no era el portero inglés, era Saliba. El central francés estuvo impecable y cortó con mucha finura las acometidas de las águilas. Argumentos suficientes para Vieira, que a falta de 35 minutos del final se cansó de esperar a Édouard y le sustituyó por Maheta. Más mordiente para el ataque del Palace, que lo siguió intentando hasta el final y recluyó al Arsenal en su propio campo, pero no consiguió el ansiado gol. El que lo logró fue Saka, que había aparecido muy tímidamente por el choque y cabalgó hasta dirigir un remate a portería que Marc Guéhi para subir al marcador el segundo tanto del Arsenal al marcador.