La Premier se tiñe de rojo

Arteta sigue siendo el líder. Los gunners doblegaron al equipo de Antonio Conte y se llevaron el derbi del norte de Londres, muy entretenido. Thomas, Gabriel Jesús y Xhaka, por ese orden, dejaron en el primer puesto de la Premier League al Arsenal, que se queda 4 puntos por encima del Tottenham y del City, a la espera del derbi de Mánchester.

“El norte de Londres es rojo desde 1913″, rezaba una pancarta antes del inicio del duelo en el Emirates Stadium, donde el Arsenal empezó con peor pie que el Tottenham, más llegador. Pero a Richarlison se le escapó su ocasión, y desde ese momento, el Arsenal consiguió arrinconar a los de Conte, que prefirieron esperar agazapados. Los defensas blancos defendían alrededor del área, los gunners combinaban por fuera y Saka arrancó, se detuvo, volvió a arrancar y se volvió a detener hasta dársela a White, que cedió sin tantos miramientos a Thomas Partey, al borde del área. Era el preludio de algo grande.

El ganés no controló, chutó con el interior de primeras y buscó las telarañas de la escuadra izquierda de Lloris para hacer el 1-0 en el 20′, así que el portero y capitán de los Spurs solo pudo conformarse con ser un espectador de lujo de un gol para el recuerdo. Pero el partido no estaba resuelto, el Tottenham seguía escarbando desde su campo en dirección a la meta de Ramsdale y Kane, como suele ser costumbre, sacó partido de un error de precisión de Gabriel, que a los 10 minutos del primero del Arsenal cometió un penalti.

Un momento para el ‘Huracán’, que se suavizó y lanzó un disparo ligero al centro con el que se llegó al empate. La victoria del Arsenal corría riesgo y con ella su liderato, pero entonces se agarró a Saliba, probablemente el central más en forma de inicio de temporada en la Premier. Sus recuperaciones -hasta seis en la primera mitad- contuvieron las tentativas de los de Conte y si no ya estaba Ramsdale para despejar el peligro, providencial en un saque de córner.

Y poco a poco la amenaza de los Spurs fue desapareciendo hasta que Gabriel Jesus se convirtió en el dueño y señor del partido. El brasileño desplegó su mejor fútbol, ofreció un sinfín de alternativas al juego de Arteta, y apenas empezada la segunda mitad, rebañó un balón dentro del área chica para marcar el 2-1 después de un error grosero de Lloris, que no agarró el balón con éxito y dio pie al rechazo del 9. Y aunque quedaban 40 minutos, ese gol tumbó al Tottenham, que se bajó definitivamente del barco con la expulsión de Emerson, a la que siguió el 3-1 de Xhaka con un disparo cruzado que confirmó el liderato del Arsenal.