Arabia, bochorno millonario

El multimillonario proyecto de Arabia Saudí con su fútbol no se está traduciendo en los resultados deseados con la selección nacional. Después de arrebatarle a Italia a Roberto Mancini, previo pago de 20 millones de salario anual, el equipo saudí encadena una serie de malas actuaciones que están haciendo colmar la paciencia de los dirigentes. El último ejemplo fue la derrota 1-3 ante Mali en un amistoso celebrado en Portimao (Portugal).

Doumbia y el lateral de la Real, Hamari Traoré, pusieron los dos goles de ventaja para los malienses antes del descanso. A pesar de que la gran estrella de Arabia, Salem Al Dawsari, acortó distancias poco después de arrancar la segunda mitad, los errores defensivos volvieron a hacer que Sinayoko, a 20 minutos del final, anotara el definitivo 1-3 para los africanos. Otro palo para una selección que está lejos de parecerse a lo que se pretendía.

Hay que recordar que Arabia Saudí disputará en apenas tres meses la Copa de Asia, para la cual parte entre los favoritos, a pesar de que su 2023 no puede ser más calamitoso en cuanto a resultados. De momento, los números de Mancini son muy flojos: perdió ante Costa Rica y ante Corea del Sur en sus primeros dos compromisos en Newcastle, y empató ante Nigeria y perdió ante Mali en esta nueva ventana en Portugal.

Ya en el ciclo anterior de amistosos los jugadores recibieron las quejas del ministro de Deportes por la mala imagen ofrecida. De los últimos ocho encuentros, Arabia ha perdido siete y ha empatado uno. Unos números inaceptables para un país que ha puesto el fútbol como eje principal de su actual inversión, y que aspira, ya oficialmente, a albergar el Mundial de 2034.

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