Antonio Gómez-Carreño se consagra en los banquillos de China

El talento de los entrenadores españoles es conocido por todos. Muchos son los clubes que cimentan sus proyectos en técnicos nacionales en busca del éxito. Basta con poner los nombres de Guardiola, Arteta o Emery sobre la mesa para ver que esta ecuación suele resultar positiva. Pero más allá de los focos de las grandes competiciones europeas, hay una gran clase media que no para de dar que hablar en tierras extranjeras. Hasta China ha llegado el boom de una gran hornada de estos técnicos españoles.

Fue Camacho uno de los encargados en abrir el camino al aceptar el cometido de dirigir a la selección de China. Entrenadores de la talla de Quique Sánchez Flores, Rafa Benítez o Gregorio Manzano también probaron suerte en el gigante asiático. Ha sido esta temporada, ya lejos de los grandes focos que vivió hace algo menos de un lustro la Superliga China, cuando una colonia de entrenadores españoles han dejado huella. Tanto es así que hasta seis han sido los técnicos que han dirigido un banquillo chino en este curso, donde tres han destacado por encima de la mayoría. El primero de ellos ha sido Javier Pereira, exentrenador del Levante, entre otros, que con el Shanghai Port se ha proclamado campeón de la Superliga China. Por su parte, Jordi Vinyals, al mando del Zhejiang, ha conseguido un más que meritorio tercer puesto. El otro nombre a destacar es el de Antonio Gómez-Carreño, artífice de la salvación del Qingdao Hainiu.

El técnico nacido en la localidad toledana de Madridejos, quizá desconocido para el gran público, se hizo cargo del conjunto chino a inicio de temporada, superando con nota los objetivos marcados a principios de temporada. “Firmé con el objetivo de intentar lograr la permanencia y lo conseguimos quedando tres jornadas, que eso ya es un éxito en sí con una segunda vuelta de media tabla con muy buenos resultados y contra equipos grandes. Éramos el segundo presupuesto más bajo de la Superliga. Y luego, llegamos a semifinales en Copa, donde perdimos por la mínima contra uno de los equipos históricos de China como es el Shanghai Shenhua y donde pudimos soñar por llegar a la final”, declara Antonio Gómez-Carreño en una entrevista concedida a AS.

Ahora el entrenador está en la primera línea del escalafón técnico, pero hasta llegar ahí, toda una vida ligada al mundo del fútbol. “Entrené en las categorías inferiores del Atlético en el año 2004 y del Toledo en 2011. Desde 2007 hasta 2011 fui preparador físico en Ceuta. Después me llamó el Rayo para formar parte del cuerpo técnico de Sandoval como analista de scouting del primer equipo en la temporada 2011/12. También estuve en el Sporting como secretario técnico y jefe de scouting y, más tarde, en el Albacete”, recuerda Gómez-Carreño al que su trayectoria le avala y le aporta una polivalencia muy valiosa en estos tiempos. Fue en esa etapa en el Rayo Vallecano donde el técnico manchego se comenzó a destacar en el análisis táctico. “Ahí entré a hacer un trabajo nuevo, era pionero en España donde unía la tecnología con el análisis de los partidos. Me especialicé en la parte de análisis porque la gente quería un entrenador que tuviera la visión y pudiera utilizar la tecnología. Yo reunía la parte tecnológica y análisis con mi visión del fútbol”, argumenta un técnico que ha trabajado con varios de los nombres más emblemáticos del planeta fútbol como son Camacho y Rijkaard. “Les hacía los análisis a distancia cuando Camacho fue el seleccionador de China y cuando Rijkaard estaba en Arabia Saudí”, explica.

Pero si hay un nombre que ha marcado el camino de Gómez-Carreño en su trayectoria es el de Uli Stielike. “Es una leyenda del fútbol. Trabajar con él fue una suerte. Somos amigos y nos seguimos viendo habitualmente. Trabajar con una figura con una mentalidad tan competitiva y ver cómo manejaba la presión me permitió ver la importancia de ganar. La mentalidad de que hay que ganar a toda costa. En el proceso de ganar tiene que haber una profesionalidad, un método y una seriedad. Fue en Qatar donde lo conocí, pasé de trabajar con el Sporting a trabajar para la liga qatarí y para el Al Arabi, club donde coincidí con él por primera vez. Stielike me integró en su cuerpo técnico y desde entonces la relación profesional y personal fue muy buena. Cuando se fue a Corea del Sur (dirigió a la selección coreana de 2014 a 2017), yo me quedé en Qatar. Pero cuando se fue a China, me llamó para que fuera con él dentro del staff del Tianjin TEDA. Él me quería tanto como preparador físico como asistente. Esa etapa duró 3 temporadas y me enriqueció mucho”, alaba el técnico a la leyenda del Real Madrid y de Alemania.

El técnico, que cuenta con esta extensa experiencia tanto en España, como en China o Qatar, es una voz más que autorizada para hacer una comparativa entre el fútbol en los distintos países. “La diferencia entre Qatar y China es muy grande. Qatar es un sitio muy especial. No hay mucha población, pero tienen mucha pasión. Qatar sería como una provincia de Toledo a nivel futbolístico, pero a través de inversión y trabajo, con lo poco que había consiguieron sacar el máximo a lo que tenían y organizaron un gran Mundial. Sin embargo, China es distinto, es un continente y eso les perjudica. Necesitan mejorar la estructura de las competiciones. Hay muy poquitos clubes para el país que es. Se necesita que haya un mayor número de clubes. No solo deben mejorar en la parte del entrenamiento y de crear estructuras y centros de entrenamiento, si no que también tienen que crear competiciones. Es totalmente distinto a Qatar. China podría tener potencial, pero por su idiosincrasia como país es difícil. Deben empezar, a nivel ciudad y provincia, a crear ‘microcompeticiones’ y, a partir de ahí tener ya una estructura sólida de competiciones que les pueda hacer mejorar”, explica en esta conversación con AS. Para Antonio Gómez-Carreño, Arabia Saudí “es más parecida a España. Tienen pasión por el fútbol. Cada país tiene su propia idiosincrasia y es muy diferente. Por eso hay que adaptarse a los contextos. Cada contexto es distinto a nivel cultural y a nivel logístico y de clubes. También hay que tener en cuenta las limitaciones que te da cada cultural. Lo bueno es que ahora el fútbol ha evolucionado y todo el mundo es muy competitivo. Cuesta mucho conseguir resultados en cualquier sitio por este motivo”.

Es Arabia Saudí uno de los mercados futbolísticos más seguidos en los últimos tiempos debido al trasvase de jugadores de Europa. Antes ocurrió en China, donde los fichajes de jugadores como Óscar, Hulk, Carrasco o Paulinho provocaron que el mundo mirara al gigante asiático, hasta que en 2019 se cerró la puerta a grandes fichajes. Aprovechando el conocimiento del continente asiático por parte del técnico manchego, analizamos esta situación que ha perturbado: “Lo que pasó allí fue lo siguiente: hubo una gran inversión porque la intención de China era intentar organizar un Mundial y progresar en el fútbol. En el gobierno chino gusta mucho el fútbol. Invirtieron mucho dinero tanto en la primera división como en escuelas deportivas para que creciera el fútbol. El problema es que lo invirtieron todo demasiado rápido, sin crear unas bases estructurales sólidas. Además vino la pandemia, que a mi me pilló allí. Eso hizo que el país se cerrara y el fútbol decayó de golpe porque pasó a un segundo plano. Ahora tienen que volver a reinventarse con mucha menos inversión y les va a costar más. No tenían una base sólida y les va a costar más de lo que esperaban. Pero ahora han tocado fondo y tienen que volver a crecer otra vez”, argumenta.

Ha sido en China, como bien hemos ido desarrollando a lo largo del reportaje, donde Antonio Gómez-Carreño ha conseguido dar el salto tanto cualitativo como cuantitativo en su faceta como primer entrenador. El toledano, además, cuenta en su staff técnico con un paisano. Se trata de Roberto Tendero Villamayor que hace las funciones de preparador físico. Durante esta etapa (y las anteriores como ayudante de Stielike), ha podido constatar alguna serie carencias en la cultura futbolística en China ya comentada por Camacho cuando fue seleccionador chino. “En el fútbol chino hay una cosa cultural, ellos respetan mucho las jerarquías y los roles. Les falta ser más creativos en las tomas de decisiones. En el fútbol, como en todos los deportes de equipo, tienes que estar tomando decisiones continuamente y no todo se puede enseñar en el entrenamiento. Tú, como entrenador, lo tienes que fomentar, pero los jugadores lo deciden en el campo. Entonces sí que es verdad que les falta esa creatividad o libertad para poder sacar mucho más”, declara a AS el manchego.

La gran actuación con el Qingdao Hainiu abre muchas puertas a Antonio Gómez-Carreño para un futuro. “Estamos abiertos a trabajar en cualquier lugar. Ahora he terminado contrato en China, el club tiene intención de renovarme porque hemos tenido muy buenos resultados. También, los buenos resultados han provocado que la gente lo haya visto y puede haber opciones de ir a otros proyectos. Acabamos de terminar y no hemos tenido tiempo de situarnos. En el fútbol profesional nunca sabes dónde vas a estar en el día de mañana y hay que estar abiertos a cualquier circunstancia”. Sobre una posible oportunidad en los banquillos en España, el manchego no cierra ninguna puerta. “No se descarta. Pero los mercados son distintos. En España no tengo tanta experiencia como primer entrenador, aunque sí tengo experiencia a nivel profesional. Es más difícil. Igual que para alguien en España que esté en Primera o Segunda es difícil entrar en otro mercado, pasa al revés. Un sitio no es mejor que otro, depende de muchas circunstancias. Y también para mí influye el hecho de no haber sido futbolista profesional. Cuesta más todavía. Tenemos ganas de seguir y más después de llegar a dónde he llegado siendo de Madridejos, que eso no es fácil. Ha costado mucho que las cosas vayan bien, llevo trabajando desde hace muchos años y ahora las cosas van bien. Veremos cómo va el futuro. A nivel familiar es complicado este trabajo. La familia no te la puedes llevar a todos los sitios, sobre todo cuando los niños tienen una edad, por tema de colegios, por muy buenas que sean las condiciones que te ofrezcan a nivel deportivo y económico. Los entrenadores estamos de un lado para otro de forma más solitaria. Hay que poner en una balanza todo eso también. No es sencillo”, finaliza el técnico toledano. Sin duda, el caso de Antonio Gómez-Carreño es paradigmático en el mundo del fútbol. Una muestra más de esa maravillosa clase media que compone el entramado futbolístico español, que no entiende de fronteras.

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