FRANCIA
Año para olvidar del PSG
Los parisinos han sufrido ocho derrotas, cuatro más que el año pasado, y la situación empeora cada semana. Galtier está cada vez más señalado.
En agosto, la plantilla del PSG se conjuró para intentar no perder ni un solo partido en la Ligue 1. En 2023 ya ha sufrido cinco derrotas en el campeonato doméstico, ocho entre todas las competiciones, y la situación no hace más que empeorar. La derrota este domingo ante el Lyon, la segunda seguida en casa, es la última evidencia de que el proyecto ha tocado fondo después de la eliminación en los octavos de la Champions League en manos del Bayern.
Todo sale mal en París. Los aficionados, ajenos a la situación deportiva del club, intentan olvidar el precipicio en el que ha sumergido el líder de la Ligue 1. Todo comenzó el 1 de enero, con un traspié en Lens por 3-1 que no fue más que el inicio de la tormenta. Después llegó el naufragio en Rennes, la eliminación en Copa contra el Marsella en Le Classique, y la desesperación ante el Bayern, que pasó como un ciclón por encima de los de Galtier y consumó la segunda eliminación seguida en los octavos de la Copa de Europa.
El PSG acumulaba dos años sin perder en el Parque de los Príncipes. El Rennes, que ya le ganó en enero, venció con holgura a los parisinos el pasado 19 de marzo, agudizando todavía más la crisis del equipo, incapaz de reponerse a los golpes que van llegando incesantemente. El Lyon, que no se jugaba nada este domingo y que tenía el miércoles una semifinal de Copa de Francia, se impuso 0-1 sin despeinarse. Ni Messi, pitado por los ultras, ni Mbappé, al que no le rodean de grandes jugadores, pudieron darle la vuelta a un partido que sirvió para hundir definitivamente un proyecto roto, caduco, lleno de grietas y de vaivenes.
Los años se suceden en París y las promesas se las lleva el viento. Hace un año se prometieron cambios. Mbappé renovó, Campos y Galtier aterrizaron y el club hizo una limpia de jugadores. Los fichajes no han estado a la altura y el francés ‘amagó’ con salir en el mercado invernal. Los problemas son idénticos. Fuera de todas las competiciones, salvo la Ligue 1, la que va a ganar por demérito de los rivales, el futuro no augura buenas sensaciones.
La continuidad de Galtier, entretanto, sigue en el aire. Fuentes del club consultadas por AS insisten en que el técnico francés tiene garantizado su puesto hasta final de temporada. Sin embargo, una derrota el sábado contra el Niza podría precipitar los acontecimientos. El marsellés se muestra confiado en las ruedas de prensa, achaca las derrotas “a la fatiga emocional” y no quiere oír ni en pintura la palabra destitución. Qatar quiso a Zidane, no lo consiguió y Campos convenció a Qatar de que llegara Galtier, cuyo PSG está roto ahora mismo por una crisis de resultados.
El PSG ya solo piensa en acabar la temporada. Los jugadores están desubicados, la actitud brilla por su ausencia y los equipos ya le han perdido el respeto que sí le tenían a comienzos de temporada. El proyecto de Qatar se tambalea y el verano, casi seguro sin Messi, será decisivo para el devenir del club. Es la frase que se lleva repitiendo durante un lustro, pero es el único clavo al que se aferran los aficionados, los menos culpables del terremoto actual y que llevan años sufriendo una gestión interna muy por debajo de lo que se espera de un grande de Europa.