Amad rompe el sueño de Klopp

Apoteósico. Tenso e impredecible. El duelo que el domingo protagonizaron Manchester United y Liverpool pasó a la historia del fútbol según el colegiado mandó a los futbolistas a vestuarios. Un clásico copero con hasta siete tantos, otro más que no subió al marcador. Con intercambio de golpes y de roles. Con emoción e incertidumbre. Con jugadores legendarios dejando huella, y con un joven que resolvió el entuerto en el minuto 122.

Rugió Old Trafford cuando los dos conjuntos más laureados del fútbol inglés saltaron al césped. Ayudó que hubiera 9.000 aficionados visitantes en el feudo mancuniano. La electricidad siguió sobre el césped con el inicio del encuentro. Sobre todo por parte del United, que salió enchufado. Llegó más y con más peligro. Kelleher tuvo que sacar un disparo de Rashford en el cuarto minuto. Salah tuvo la más ocasión visitante más clara en el tramo inicial. En el octavo minuto sacó una volea en el segundo palo que paso rozando el poste izquierdo de Onana. La personalidad y el carácter mostrados por los diablos rojos encontró su premio a los diez minutos. Pronto. Garnacho dobló a Rashford y recibió del inglés. Disparó y Kelleher tapó su intento, aunque la pelota quedó mansa para que McTominay la empujase a la red.

Se gustaron los de Ten Hag. Se lo creyeron. El Liverpool empezó a controlar la posesión cuando se superaba la media hora de juego, aunque el United defendió compacto, bien. Atentos. No dejó espacio a su rival, y luego lo encontró cuando salió a la contra. Mainoo, sensacional, durante el primer acto, dejó atrás a un par de rivales para pasar a Rashford, que a su vez vio la llegada de McTominay desde atrás. Pero el escocés disparó al muñeco. Acto seguido, Salah recibió junto al vértice del área, avanzó y dio un pase de la muerte que Endo no desaprovecho. Las celebraciones en la grada visitante se trasladaron al resto del estadio cuando el colegiado anuló el tanto. Salah había arrancado en fuera de juego.

Cuando el descanso se asomó en el horizonte, el United se desconectó. Se apagó y echó por la borda el buen trabajo realizado hasta entonces. Quansah tuvo tiempo y espacio para avanzar hasta el área y encontrar a Darwin. El uruguayo dejó la pelota atrás y, ante la pasividad de la zaga local, Mac Allister tuvo tiempo de controlar y sacar un disparo que superó a Onana. Apenas cuatro minutos más tarde, el Liverpool se puso por delante en el marcador. Fernandes recibió un balón cerca de su propio córner, en un saque de banda. Gomez metió pierna y se lo llevo. Mientras el portugués protestaba efusivamente, Darwin buscó el gol. Onana lo evitó, pero la pelota quedó franca para que Salah golpease.

Cualquier atisbo de remontada local se convirtió en quimera. El Liverpool salió decidido a evitarlo. Tomó el control, y encontró espacios para hacer daño. Como cuando Darwin, en el minuto 62, recibió en el área, caracoleó y disparó duro. Onana evitó males mayores. Siguió el United en el partido. Más por la escasa distancia en el marcador que por ímpetu propio. Ten Hag trató de cambiar la dinámica metiendo a Antony primero y a Eriksen más tarde. Fue el brasileño quien empató revolviéndose en el área en el minuto 86 después de una carrera de Garnacho. Un Old Trafford ensordecedor enmudeció dos minutos más tarde cuando Elliott superó a Onana picando la pelota… pero volvió a rugir cuando el poste escupió la pelota.

Creció el United. Exultante. Sobrado. Encogió a un gigante como el Liverpool. Debió derrotarlo con la última acción del partido. Eriksen picó la pelota por encima de la defensa y Rashford sequedó totalmente solo frente a Kelleher. Con todo a favor, el delantero disparó desviado. La acción se repitió en la prórroga. Rashford nuevamente ante Kelleher. Volvió a tirar cruzado, volvió a desaprovechar una ocasión clara. Elliott lo castigó en la última acción de la primera mitad del tiempo extra. Recibió en la frontal del United, marcó con un tiro cruzado y fue a abrazarse a Klopp.

Aunque tuvo ocasiones para hacerlo, el Liverpool no cerró el partido. Y Rashford logró desquitarse. Para jolgorio de Old Trafford, y para satisfacción propia. McTominay interceptó un pase y asistió a su compañero, que empató de primeras en el minuto 22 de la prórroga. Restaban ocho para el final, pero escaseaban las fuerzas. Aparecían las rampas, las molestias, los errores, y también los jóvenes. Garnacho y Amad arrancaron en un contraataque. Por sorpresa, para asestar el golpe final. Amad resolvió el entuerto con un tiro cruzado. Con un gol que mete al Manchester United en las semifinales de la FA Cup. Con un gol que acaba con el sueño del Liverpool de ganarlo todo en la última campaña de Klopp.

Sorteo de semifinales: City-Chelsea y Coventry-United

La magia de la histórica Copa inglesa volvió a hacer acto de presencia en Old Trafford. El agónico triunfo del Manchester United ante el Liverpool (4-3), en el último minuto de la prórroga, retrasó el sorteo de semifinales. Pero, en el caso de los ‘red devils’, no le ha podido salir mejor. Los pupilos de Erik ten Hag se medirán en Wembley a la gran sorpresa de la presente edición, el Coventry City.

Peor suerte han deparado las bolas al Chelsea, que se ha visto emparejado con el Manchester City de Pep Guardiola, vigente campeón de la FA Cup. De esta manera, Wembley podría acoger, en la final disputada el próximo 25 de mayo, una reedición de la temporada 2022-2023, cuando ambos equipos mancunianos se vieron las caras en la final y los ‘citizens’ se alzaron como campeones gracias a un doblete de Ilkay Gündogan.

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