Alemania se derrumba

Alemania sigue sin despertarse de una pesadilla que puede tener serias consecuencias para más de un responsable. Después de empatar a tres en el amistoso (la Mannschaft no disputa la fase de clasifiación para la EURO dado que está clasificada como anfitriona del campeonato) ante Ucrania y caer por 1-0 ante Polonia, el combinado dirigido por Hansi Flick volvió a perder su último compromiso del parón, esta vez por 0-2 ante un combinado colombiano que jamás le había ganado antes. Teniendo en cuenta las dos eliminaciones consecutivas en la fase de grupos de los últimos dos Mundiales, Alemania necesita reinventarse urgentemente. Y, para ello, puede que comiencen a rodar cabezas.

La primera parte una especie de quiero y no puedo por parte de los alemanes. Sin Joshua Kimmich en el once, del que Flick prescindió para sorpresa de todos, a la Mannschaft le costaba la vida llegar hasta las inmediaciones del área cafetera y, cuando lo lograba, volvió a echar en falta veneno arriba. Muy a diferencia del combinado colombiano, que puso más intensidad, fue mejor y no se adelantó porque Marc-André ter Stegen sí estuvo a la altura por momentos. La monumental pitada de la hinchada alemana al descanso fue fiel reflejo del ambiente que reina en el país de la tetracampeona del mundo.

Pero la cosa no cambió en los segundos 45 minutos, más bien fue a peor. Volvieron a salir mordiendo los de Néstor Lorenzo, encerraron a los locales y, de una vez por todas, terminaron poniéndose por delante en el marcador del Veltins Arena por medio de un gran centro de Juan Cadrado que Luis Díaz, con muchísima potencia, cabeceó al fondo de la red. Una vez más, a la zaga alemana se le volvieron a ver las costuras. Y arriba, la pegada seguía brillando por su ausencia. Fue entonces cuando Flick ingresó a un Kimmich que, a los 42 segundos de entrar, provocó una pena máxima tocando el esférico con la mano que Cuadrado, imperial, aprovechó para sentenciar el choque. Alemania toca fondo.