Adingra: de ser víctima de una estafa con 12 años a MVP de la final
El extremo del Brighton fue la gran revelación de esta Copa de África. Un torbellino por la banda izquierda que está rompiendo cada etapa a pesar de haber sufrido mucho de adolescente.
Simon Adingra (Abiyán, 2002) ha sido el jugador más ilusionante de la histórica Copa de África que ganó Costa de Marfil el domingo. Si bien se le pude calificar de revelación, no es ninguna sorpresa para todo aquel que siga el fútbol europeo. Desde un primer momento ha causado un gran impacto en el Brighton (marcó en su debut, de hecho) y su cesión de la temporada pasada en Bélgica fue un éxito, pero su adolescencia no fue nada fácil.
Con 12 años, fue víctima de una de las (por desgracia) tan habituales estafas de África, las cuales prometen un gran futuro en el deporte. En este caso, el supuesto entrenador le cobró 300 euros a la familia Adingra para que Simon fuese a jugar a Benín. “No había academia ni alojamiento para nosotros allí”, explicó en una entrevista a DH Les Sports. “Éramos diez niños abandonados a nuestra suerte. No teníamos ni para alimentarnos. Podíamos regresar o quedarnos juntos y salir adelante”, narró. Decidieron hacer pequeños trabajos para sobrevivir hasta que un compatriota suyo reconoció su acento por la calle. Él hizo todo lo posible para buscarles casa y creó, esta vez de verdad, una academia. “Todavía estoy en contacto con él”, dijo Adingra en 2022 sobre este ángel de la guarda.
Este entrenador improvisado vio por internet que había un torneo en Accra (Ghana) y fueron a jugar allí. La academia Right to dream se enamoró de Adingra y, tras una prueba de dos semanas que aprobó, le ficharon. Fueron dos años en los que creció en una organización profesional con entrenadores cualificados que le permitieron dar el salto a Europa. Concretamente al Nordsjaelland de Dinamarca, un club que capta mucho talento de esta academia. De hecho, de aquí también sacó a Kudus y a Ibrahim Osman, quien ya le ha fichado precisamente el Brighton (19,5M€) para este verano.
Y desde entonces, ha quemado cada etapa en el fútbol europeo. En Dinamarca pasó dos años en la cantera antes de establecerse en el primer equipo en la 2021-22, en la que hizo 10 goles y 4 asistencias. Cuando le ficha el Brighton, le cede inmediatamente al Saint-Gilloise (ambos clubes comparten al propietario Tony Bloom), donde, al lado de Boniface, hace un temporadón: 15 goles y 15 asistencias.
Ya esta temporada, De Zerbi le ha colocado muchos días por la derecha porque por la izquierda está Mitoma. Es decir, es un jugador que ya ha demostrado un nivel altísimo en el fútbol de élite en los tres carriles del ataque. En la Premier ya suma 5 goles y 3 asistencias. Antes de su debut de blanquiazul, Jean Louis-Gasset ya le había convocado para la Absoluta. Un hombre de confianza para el anterior seleccionador, que le quiso convocar para la CAN aunque el club inglés no estaba por la labor. “El Brighton nos había enviado un fax para decirnos que no podía venir por una lesión en el bíceps femoral. Envié las imágenes (médicas) a unos amigos que me dijeron: ‘No está del todo roto y en tres semanas podría jugar”, contó Gasset a L’Équipe. Confió en él y apareció en octavos (en la última jornada de grupos apenas pudo jugar 7 minutos) para revolucionar al equipo.
En cuartos de final, salvó al equipo en el minuto 90 para llevar el partido a la prórroga. Y en la final dio una exhibición. Seis ocasiones creadas, cinco regates, tres faltas forzadas... y las dos asistencias de los dos goles. Pero no solo eso, también dio los pases de las dos ocasiones más claras de Costa de Marfil que no llegaron a entrar, una chilena de Haller y un cabezazo de Kessié. Además de ser nombrado MVP del partido, también le dieron el premio a mejor jugador joven del torneo. Unos 90 minutos en los que destrozó a Ola Aina... al que se volverá a medir el 10 de marzo en la Premier League. Ya a nadie le sorprenderá Adingra.