2015, la generación perdida de Mali

Mali está lejos de ser una gran selección africana. Su mejor puesto en una Copa de África es un segundo puesto... en 1972. Por ello, en 2015 se desató la ilusión cuando su equipo Sub-20 conseguía la medalla de bronce en el Mundial de Nueva Zelanda. Una gran generación estaba por llegar. O eso pensaban.

La ilusión era lógica, porque la última vez que Mali había sido tercera en un Mundial Sub-20 (1999, aquel que ganó España con Xavi, Yeste, Marchena...) salieron varios jugadores históricos. En aquella plantilla estaban Seydou Keita (ex del Barcelona o el Sevilla) o Adama Coulibaly (tercer jugador con más partidos de la selección absoluta).

Es más, el Balón de Oro del torneo de 2015 fue suyo: Adama Traoré. La lista de los mejores jugadores de los Mundiales Sub-20 tienen nombres que marean: Maradona, Messi, Adriano, Pogba... Pero también otros tantos que no respondieron a las expectativas. Traoré es uno de ellos.

El Mónaco pagó por él 14 millones de euros aquel verano, pero solo jugó 27 partidos allí. Desde entonces, ha pasado por seis equipos en nueve años y ahora milita en el Hull City de la Championship inglesa. Allí ya ha perdido la titularidad con la que gozaba a principios de temporada. Ante Sudáfrica, fue suplente. Al igual que Diabaté, otro de aquel equipo Sub-20. Este sí salió en el minuto 78. Solo el portero Diarra fue titular en 2015 y lo es también hoy. El único de una generación que, por edad (28-29 años), debería estar en su peak, y que hoy en día es una decepción.

No les necesitaron, eso sí, para vencer a Sudáfrica, que les pudo poner las cosas muy complicadas en el minuto 19. Pero Percy Tau tiró arriba el lanzamiento de penalti y el mencionado Diarra pudo despejar todas las demás llegadas. El futbolista de la Real Sociedad, Hamari Traoré, abrió el marcador aprovechando un rebote tras una falta directa y, solo seis minutos después, Sinayoko sentenció.

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