Inofensivos en ataque, con Rajkovic no bastó

Lo de parar penaltis no siempre resulta suficiente. En el caso de Greif, el eslovaco clasificó al Mallorca para la final de Copa con dos paradas desde el punto de penalti, pero a Rajkovic, parar el lanzamiento desde los once metros de Gündogan no le resultó suficiente porque el equipo de Aguirre fue inofensivo en ataque.

La alineación mallorquinista apuntaba al interés por tener más posesión de balón, pero la propuesta no se convirtió en realidad. El Barça dominó de cabo a rabo y los bermellones no supieron culminar sus llegadas a las inmediaciones de Ter Stegen. Los remates a portería fueron un espejismo y el mejor fue el portero serbio, que evitó males mayores con sus intervenciones, pero cuando tu portero es el mejor, es que algo no funciona. Fin a la semana de gloria en la isla.

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