Iñigo Martínez se pierde el derbi más especial

Este mes se cumplen cinco años desde el ruidoso fichaje de Iñigo Martínez por el Athletic procedente de la Real Sociedad. Ibaigane realizó una jugada maestra en 2018: en solo unos días encontró el recambio a Aymeric Laporte, que salió por la puerta grande y fue contratado por el Manchester City tras abonar cláusula de rescisión de 65 millones de euros. El club vizcaíno asumió los 32M€ del blindaje de rescisión de Iñigo y levantó mucha polvareda ese movimiento hacia el eterno enemigo. Su primera visita a Anoeta estuvo rodeada de ruido, con billetes falsos con su rostro lanzados al central ondarrutarra. Este siempre ha sabido soportar con entereza los momentos de máxima tensión, pero en muchas ocasiones al enfrentarse a su exequipo le superaban las ganas de estar perfecto, y cometía errores de bulto por pura ansiedad. En la final de Copa de La Cartuja, aplazada durante un año en 2020 para ver si se podía contar con público aunque finalmente no se logró ese propósito, suyo fue el fallo que derivó en el penalti de la victoria donostiarra, cometido sobre Portu y lanzado por Oyarzabal.

Ahora, una lesión en la planta del pie le aleja de la que puede ser su última visita al Reale Arena como rojiblanco. Así será si la Copa no lo remedia. Hoy tampoco se ha ejercitado y, aunque logre una milagrosa recuperación, es casi imposible que desplace a Vivian y Yeray, una pareja muy consolidada en el centro de la zaga. Iñigo se perdió finalmente el Mundial y no hay conversaciones abiertas para la posible continuidad en Bilbao. El Barcelona está interesado en ficharle libre. Su último partido oficial fue el 13 de noviembre, en la primera eliminatoria de Copa frente al Alzira. Antes se cayó de la alineación para medirse al Valladolid en Liga, y más tarde le concedieron minutos en tres de los cuatro amistosos disputados durante el Mundial: Valladolid, Chivas y Burgos. No actuó ante el Udinese y ya en la vuelta a la competición oficial, en Copa ante el Sestao, repitió con los reservas en el último encuentro liguero en el Villamarín y no fue citado ante Osasuna. Vesga y Balenziaga tampoco se han ejercitado hoy y son dudas para el sábado. El Athletic tiene una asignatura pendiente en San Sebastián. Solo ha ganados dos partidos desde 2010 en sus visitas al vecino. Con Bielsa en 2011 y con Valverde en 2017, en la temporada de su segundo adiós. Raúl García adelantó a los vizcaínos y un enorme Iñaki Williams puso la puntilla. Ahora el equipo del Txingurri pisa Anoeta fuera de Europa, y con una Real a seis puntos y en estado de gracia. Pero los derbis atenúan el favoritismo más que cualquier otro compromiso.

Tercera con 32 puntos, sin encajar goles desde la vuelta del Mundial, con más victorias fuera que nunca a estas alturas, y con Merino como máximo asistente de LaLiga. Esas son las credenciales de los txuri-urdin. Pero Imanol no quiere saber nada de esos números espectaculares. Para el preparador oriotarra eso es pasado, y no quiere ni autocomplacencias, ni que se lleguen con euforia al derbi vasco. Considera que solo desde la humildad y el trabajo se podrá ganar al Athletic. No olvida la goleada que sufrió la pasada temporada en San Mamés, cuando también parecían aterrizar en un magnífico momento de forma.