Iborra, esta vez sí

El Levante sumó un triunfo que le deja a tres puntos de los puestos de ascenso directo, propiedad actualmente de Las Palmas y Alavés. Vicente Iborra, al que la pasada jornada le anularon el gol del triunfo en Lugo, anotó el único tanto del encuentro para dejar los tres puntos en Orriols frente a un Málaga que vendió cara su piel en el Ciutat de València. Es más, a Rubén Castro le anularon un gol al borde del primer tiempo por un claro fuera de juego.

Con Quique Álvarez en el banquillo por la expulsión de Calleja en Lugo, el Levante introdujo unos ligeros cambios en el once, apostando por Pablo Martínez y Cantero de inicio. Mientras que el Málaga de Pepe Mel dibujaba una línea de tres centrales, con Escassi retrasando unos metros su posición inicial para hacer de eje en la defensa impar.

Tras un dominio absoluto granota en el primer cuatro de hora, con una ocasión clara errada por Cantero frente a Yáñez, el Málaga se sacudió las legañas para iniciar una contra conducida por Jiménez en la que Rubén Castro pudo sorprender a Cárdenas, que aguantó con valentía al veterano goleador.

Joni Montiel, disfrutón ejerciendo de media punta en la línea de tres por detrás de Bouldini, su posición predilecta, se hizo con la manija del encuentro en el primer tiempo. Además, fue el que más peligro llevó a la portería malacitana con dos disparos que se marcharon algo desviados, pero sobre todo con una falta directa que se estrelló en la madera y que hizo temblar los cimientos del Ciutat de València. Sin embargo, el susto llegó al borde del primer tiempo. De nuevo con una contra, Villalba asistía a Castró que, esta vez sí, anotaba con un toque a trompicones al primer palo que rompía la estirada de Cárdenas. Pero el gol llegó en fuera de juego.

El Levante salió con una pauta en el segundo tiempo: probar más a Yáñez. Eso sí, con la misma puntería. Cantero, en dos ocasiones, De Frutos y Brugui, ingresado precisamente por Cantero, dispararon desde lejos sin fortuna. Pero la declaración de intenciones de los locales era clara. En esas, Joni recibió en corto tras un córner, dribló a su par y su envío acabó en las botas de Brugui, que mandó el balón al larguero con una semi-ruleta. Pero Iborra, al que anularon el gol del triunfo en la última jugada en Lugo, apareció entre la maraña blanquiazul para adelantar a los suyos.

Con el gol, el Levante retrasó unos metros su posición, sin renunciar al ataque después de la lección que supuso el empate ante Las Palmas, y el Málaga, favorecido por unos cambios de talante ofensivo, comenzaba a asentarse en campo rival. La acción más surrealista se dio cuando Vezo, con el partido en juego, se marchó a vestuarios sin explicación aparente. Sería, que cada uno haga sus cábalas, una emergencia. Al poco tiempo, el portugués regresó con una ovación del Ciutat con cierta sorna.

El Málaga, pese a todo, no se dio por vencido y lo intentó hasta el final. El canterano Loren despertó de nuevo los fantasmas del pasado, con un remate desde el área chica que despejó con solvencia Cárdenas. Otro susto por el minuto 90 y ya van varios.