Greenwood madruga al Granada, que acaba siendo superior

Greenwood enseñó a Manafá que a los partidos hay que llegar despierto. En el primer ataque del Getafe, en el primer minuto de partido, Greenwood arrancó en sexta velocidad desde la banda izquierda, adelantó al portugués por fuera y luego por dentro al recortarle en la línea de fondo y el inglés le puso el balón a Mayoral con el siguiente mensaje: de nada. Al descanso, Manafá seguía buscando a Greenwood. El inglés es escurridizo como una anguila y su zigzag en carrera es tan endiablado como incómodo para sus rivales.

El Getafe madrugó al Granada con ese 0-1. Paco López ponía en riesgo su futuro y el crupier no le estaba repartiendo buenas cartas para jugar la partida decisiva, pero el técnico no alteró su plan, basado en encontrar el talento de Uzuni.

La necesidad genera nervios y a veces confunde, como pasó en el minuto 18. En jugada dentro del área azulona, Diego Rico le puso la mano en el pecho a Melendo, que se marcó un perfecto piscinazo cuando vio que no llegaba al balón tras bajarlo con el pecho. Melendo pidió penalti, el árbitro no lo pitó y desde el VAR tampoco vieron nada punible tras revisarlo, sencillamente, porque no fue penalti. No obstante, bien haría Diego Rico en guardarse la manita para evitar que un día le castiguen por supuesta intencionalidad.

A la siguiente jugada el Getafe estuvo a punto de lograr el 0-2. Greenwood, que lo mismo te hace un cuadro con la derecha que te pinta un lienzo con la izquierda, lanzó un potente derechazo, Ferreira despejó más mal que bien e, incomprensiblemente, Maksimovic no acertó a tocar el balón sobre la línea de gol.

Uzuni recordó con un gran derechazo (23′) que el Granada necesitaba puntuar, y consiguió el empate antes de llegar el descanso. Magnífico desplazamiento en largo de Gumbau a la espalda de Carmona, Neva gana en carrera y Gonzalo Villar, desmarcado al borde del área pequeña por tropiezo y caída de Gastón, marca a placer. Villar actuó con decisión, a la tremenda, soltando un trallazo a bocajarro.

El Granada le fue ganando terreno al Getafe, que se sentía cómodo atrás lanzando contras. El equipo nazarí tenía el balón pero le faltaban las ocasiones. La más clara la volvió a atener Gonzalo Villar, cuyo remate de cabeza fue a las manos de Soria, finalizando así una virtuosa jugada de Puertas que mareó con recortes a Gastón hasta tumbarle en el suelo.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.