Vietnam, de aperitivo

La Selección cierra la preparación para el Mundial ante Vietnam. No será un amistoso como tal, más bien un partido de entrenamiento ante otra de las selecciones mundialistas. Así se anuncia la prueba, en la que Jorge Vilda tendrá la oportunidad de analizar a un equipo que debutará en ochos días ante Costa Rica. El reloj no se detiene, ha comenzado la cuenta atrás. Toca asentar las bases, cerrar detalles, hacer las últimas pruebas. No hay tiempo que perder, llega otro examen para esas 23 internacionales que aterrizaron en Nueva Zelanda con la idea de lograr algo grande con la camiseta de España.

El de Vietnam puede equipararse a un choque como el de Costa Rica o Zambia, dos de los rivales de grupo de La Roja en el Mundial. El equipo vietnamita llega como cenicienta al torneo y tiene pocos mimbres para hacer algo importante. Hasta el momento ha jugado tres amistosos ante Alemania, Nueva Zelanda y Polonia Sub-23 y ha perdido todos. Eso sí, al menos compitió de tú a tú y no fue goleada ni siquiera por las alemanas. La fuerza de este equipo viene de un par de atacantes rápidas (Tuyet Dung y Thanh Nha) y una delantera ágil que también es un buena finalizadora (Huynh Nhu).

España viene de cumplir y bien ante Dinamarca, pero el seleccionador confirmó tras el choque que no estaba del todo satisfecho. Podría haber ajustes la defensa con las dos centrales, dijo. El caso de las laterales está bastante definido. Al igual que el centro del campo. Zornoza o Eva Navarro son dos de las jugadoras que menos protagonismo han tenido en esta preparación. Pueden tener su oportunidad.

Vilda también podría dejar a la intocable Misa Rodríguez en el banquillo y dar la oportunidad a Enith Salón o Cata Coll. Uno de los misterios es saber quién será el primer recambio en caso de no estar la guardameta del Real Madrid.

La gran noticia es que las 23 jugadoras españolas parecen disponibles y con el tono físico cada día mejor. Seguir con la tónica de la victoria ante Vietnam (32ª en el ranking FIFA) es fundamental para entrar por la puerta grande en la gran cita de La Roja.