Un gol en fuera de juego de Gabi Nunes provoca otra pesadilla al Atlético

Quien espera desespera, pero tiene su recompensa es un dicho aplicable a muchos aspectos de la vida y, por tanto, irremediablemente al fútbol, pero el Atlético solamente cumplió la primera parte. Esperó y desesperó para no encontrar ni un solo punto a pesar de buscarlo insistentemente en toda la segunda parte frente a un Levante que tiró una vez a puerta, con acierto y la complicidad de una asistente que no vio posición adelantada en el remate de Gabi Nunes, y después se dedicó a defender el resultado con uñas dientes y todos los recursos del llamado otro fútbol. Que también da resultados. La delantera brasileña del equipo granota, como en la Supercopa, provoca una nueva pesadilla a las rojiblancas, que se alejan un pelín más de unos puestos europeos en los que se asientan las de Sánchez Vera.

Regresó el Atlético a Alcalá, donde no jugaba desde el pasado 16 de diciembre, cuando dejó escapar dos puntos frente a la Real Sociedad (1-1) que dejaron libre una segunda plaza que las rojiblancas no han vuelto a enganchar. Por eso era especialmente importante el partido de hoy, para el que Cano solo hizo un retoque con respecto al empate frente a Las Planas: Cinta Rodríguez en lugar Xènia. Tampoco movió mucho su once Sánchez Vera: Tarazona, cambio obligado por la baja de Holmgren, entró bajo palos y Lloris cogió el lateral derecho. En el centro del campo estaban la de siempre: Boe Risa y Gaby García, en un lado; Leire Baños y Paula Fernández, en el otro. Ahí se iba a jugar todo y empezó imponiéndose el equipo rojiblanco, con presión alta que provocaba los fallos en salida de balón de las visitantes mientras llegaban algunos tímidos ataques.

Cardona, titular de nuevo, probó suerte con un chut demasiado cruzado y Moraza, en el centro desde la derecha, forzó la intervención de la joven Tarazona. El Levante no se encontraba, pero consiguió salir con criterio por la izquierda y finalizar con gran disparo de Andonova pasados los 20 minutos. Como en la primera vuelta. Como en la Supercopa. Como en la vida (a veces). El choque se iba a decidir en detalles. En esos centímetros que le faltaron a Ajibade en el corazón del área para rematar el delicioso centro de la mencionada extremo diestra aragonesa tras caño a Paula Tomás en el 27′.

La atacante nigeriana casi encuentra el 1-0 con colocado chut que se marchó ligeramente alto y ese espacio que le faltaba o le sobraba siempre al Atlético jugó a favor del Levante. Gabi Nunes se quedó tendida en el área en el minuto 40 y la moneda cayó de su lado: Lloris volvió a poner el balón a la olla y la brasileña, ya en posición vertical, lo remataba a la red. La asistente no apreció la posición adelantada y Alcalá estalló por los aires. La incredulidad se reflejaba en las caras de las futbolistas colchoneras que, por más que se quejaron a Peñalver Pearce, no encontraron explicación...

Resistencia valenciana

El paso por vestuarios dejó una roja a un miembro del cuerpo técnico colchonero y dos cambios al regreso: Shei y Eva Navarro, por Medina y Banini. Menayo, en un intento de gol olímpico, se topó con el larguero en el 48′, pero al Atlético le seguían faltando ideas, profundidad y mordiente. Así que Cano siguió agitando esa lata que quería que explotara de pura efervescencia. Ingresó al campo Ludmila y debutó la fichada Ana Vitória, que dejó claro su perfil ofensivo con su presencia constante en el área. La 8 rojiblanca la tuvo a la media vuelta y Tarazona negó el gol a Ajibade con un paradón en el 74′.

La muralla granota resistía y provocaba la desesperación de su rival y de una afición muy enfadada con el equipo arbitral. Boe Risa estrelló el cuero en el travesaño en una falta desde la frontal antes de irse del verde. Ana Vitória, Gaby García o Ana Vitória disfrutaron de más ocasiones en el tiempo añadido, de ocho minutos, pero no hubo recompensa. Solo despejes de María Méndez y paradas de Andrea Tarazona, una portera que, a sus 19 años, va para estrella.