“Sentí como si me cortaran la rodilla y un aficionado me gritó: ‘Levántate”

La temporada fluía de manera perfecta para Leah Williamson hasta que el 19 de abril de 2023 -mientras se enfrentaba con el Arsenal al United- sufrió la lesión más dura de su carrera profesional: rotura de ligamentos cruzado. La inglesa vio como de repente se le esfumaba el final de la campaña y sobre todo, el Mundial. No iba a poder viajar a Australia con las lionesses, que partían como favoritas bajo las órdenes de Sarina Wiegman.

El fútbol femenino tiene una lastra con esta dolencia. Son muchas e incontables las futbolistas que han pasado por esta grave lesión: Alexia, Cata, Katoto, Mead, Miedema, Ludmila, Ada... Una lista infinita que no cesa. De las últimas en unirse fue Caroline Weir o Sam Kerr, ambas estrellas del Real Madrid y Chelsea, respectivamente. Williamson, en una entrevista exclusiva en The Telegraph, narró la dureza que vivió con su rotura de ligamentos y cómo le cambió la vida.

“Le dije: ‘Mamá, realmente necesito que te prepares para lo que viene: me he roto el ligamento cruzado anterior”, recuerda el central del Arsenal. “Sentí como si alguien me hubiera cortado ambos lados de la rodilla y me hubiera golpeado con un martillo en el medio. Al instante supe que era mi Copa del Mundo y se fue, ¡bang! Se hizo un silencio sepulcral, recuerdo a un aficionado gritando en las gradas: ‘Levántate’. Recuerdo haber pensado: ‘Si pudiera levantarme, iría directo a ti...’, admitió la capitana inglesa, que venía de levantar el título continental unos meses atrás.

“Los fisioterapeutas entraron [en el descanso] y dijeron: ‘Es un ligamento cruzado anterior’, luego todos volvieron a salir al campo y, a partir de ese momento, quedé hecha pedazos. No podía parar de llorar. Ese viaje de regreso a casa fue horrendo. Pensaba: ‘No tengo energía para esto, estoy muy cansada”. Pero la ironía es que, después de no haber sido el mejor año de mi vida personalmente, ese mes anterior fue probablemente el mejor fútbol que había jugado en mucho tiempo, me estaba divirtiendo mucho. Entonces pasa esto...”.

“Me perdía la Copa del Mundo, no podía haber peor momento. Pero lo que me pasó no es el fin del mundo, pienso en lo que hay alrededor. Mi compañera de equipo [Jen Beattie] tenía cáncer de mama. No se pueden comparar...”.

Viaje a un campo de refugiados

La jugadora del Arsenal decidió buscar aire fuera del fútbol. Visitó a sus compañeras en la cita mundialista y luego partió a un campo de refugiados. “Ir a Jordania fue lo mejor que he hecho en los últimos nueve meses. El trabajo que está haciendo el Arsenal allí es simplemente increíble. Las chicas me preguntaban cómo está mi rodilla y yo les preguntaba cómo afrontan el hecho de que todas tienen miedo de casarse en la adolescencia y no poder volver a jugar al fútbol. Saqué mucho de ese viaje”.

Williamson, incluso, agradece cómo ha cambiado tras la lesión. “No sé en qué lugar estaría ahora con el fútbol si no me hubiera pasado, ya que la trayectoria era descendente de fatiga y presión. Así que estoy agradecida por el reinicio. Algo bueno salió de esto”.

Recado a FIFA y UEFA

“FIFA y UEFA deberían pensar en que el descanso es lo primero. Al final del Mundial, algunas de las internacionales regresaron y tuvieron cinco días libres. Cinco días después de llegar a la final. Es insostenible. Es horrible que una de las primeras cosas que me vino a la cabeza cuando nos quedamos sin los Juegos Olímpicos fue: ‘Al menos todas tendrán dos o tres años más de carrera, porque tendrán un verano libre”. No es así, porque Inglaterra ha preparado un campamento de verano para su equipo femenino. “Es ridículo”, afirmó la defensora. A sus 26 años, todavía le queda mucho camino por recorrer en el planeta fútbol.

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