Melanie Serrano: “Mi historia con el Barça es la película perfecta”

“Lo pasé mal, pero el fútbol fue mi vía de escape”, afirma Melanie Serrano (Lebrija, 1989) al rememorar el momento que marcó por siempre su vida. Con 12 años se mudó a Blanes con su madre y con 14, tras despuntar en la selección catalana, recibió la llamada del Barcelona. Desde entonces nunca ha dejado de llevar el escudo blaugrana en el torso. Ni siquiera ahora, ya retirada después de dieciocho temporadas y 517 partidos como culé, cuando ejerce como entrenadora del Infantil D en la cantera del club. Precisamente en Sant Joan Despí recibe a AS para protagonizar la tercera entrega del serial One Club Woman. Pocas futbolistas lo representan tan bien. Como dijo ella misma: “Melanie es el Barça y el Barça es Melanie”.

—¿Cómo ha cambiado su vida tras colgar las botas?

—Ahora formo parte del fútbol base, entreno al Infantil D y ha pasado a ser un poco más tranquila. De la élite, de ser jugadora 24 horas, a estar un poco más tranquila y disfrutando del momento.

—¿Echa de menos jugar?

—No, la verdad. Hay momentos como por ejemplo el de la clasificación a la final de la Champions el otro día que te despiertan el gusanillo de querer estar ahí con ellas, pero no. Durante toda la temporada no he tenido ninguna situación de echarlo de menos. Tomé la decisión y no me arrepiento porque era lo que mi corazón me decía.

—¿Cómo ha cambiado su día a día?

—Ahora también hago cositas en televisión, marcas, rodajes... Pero, sobre todo, estoy dándole tiempo a mi familia, mis hijas y mi pareja, eso también fue bastante importante a la hora de retirarme.

—¿Qué recuerdo tiene de su último partido?

—Nunca había ocurrido que mientras se jugara un partido se parase y los dos equipos se unieran para hacer un pasillo y fue muy bonito y muy especial. Siempre lo tendré en mi memoria. Estoy feliz por haberlo vivido. Sentía que era mi momento y no fue nada amargo, di todo por el Barça y la gente de la Liga también me conoce de muchos años y sentí su afecto.

—Es la jugadora con más partidos y está también en el Top-10 de futbolistas del masculino y femenino junto a nombres como Xavi, Iniesta... ¿qué supone para usted?

—Es un reconocimiento a mi trabajo y esfuerzo durante toda mi carrera profesional. Estoy superorgullosa y es un honor estar rodeada de esos profesionales de estatus mundial.

—¿Se considera pionera en el fútbol?

—No, cuando me dicen si soy una leyenda me pasa lo mismo. No me considero así, hay personas mucho más importantes en esta vida y no reciben esos reconocimientos. Yo simplemente he hecho lo que ha sido mi pasión y he tenido la suerte de poder dedicarme a ello y lograr mi sueño. No soy más especial que otras personas, por ejemplo, que salvan vidas.

—¿Cómo llegó al club de su vida?

—Nací en Sevilla, mis padres se separan y mi madre decide venirse a Cataluña, donde está mi tía, que vive en Blanes y con 12 años tengo un cambio de vida radical. Allí tenía mucha libertad, estaban mis amigos, mi infancia, el idioma... Lo pasé mal al llegar pero el fútbol fue mi vía de escape. Me apunté al Blanes y en mi primera temporada fui a las convocatorias de la selección catalana y ahí me vio el Barça y desde los 14 años hasta ahora.

—¿Por qué nunca se fue del Barça?

—Sentí que el Barça y yo estábamos en las mismas condiciones y teníamos el mismo recorrido y crecimiento que hacer. Creo que mi historia con el Barça es una película, la película perfecta de cómo iniciamos una historia de cero y llegamos a tocar la gloria con esa Champions. Me gustaría de hecho poder contarla de alguna manera, creo que le daría mucha información al niño o la niña que está empezando su deporte, en su primera etapa, y ahí ve consejos o ejemplos que le puedan ayudar. Así la gente vería de dónde venimos, que es muy importante.

—¿Cuál fue su mejor momento?

—Es muy difícil, no sabría decir cuál. El comienzo y el final tienen eso de ser el capítulo de apertura y cierre, pero por el camino hay momentos inolvidables. Cuando empezó todo fue con la Copa de la Reina en Madrid (2011).

—¿Y el peor?

—Sobre todo los últimos dos o tres años por las lesiones, porque ya no estás tanto en el césped como te gustaría, psicológicamente es difícil mantenerte. Todo influye.

—¿Qué entrenador le marcó más?

—Con Xavi Llorens pasé 11 años de los 18 que jugué en el Barça y fue muy importante para mí en mi etapa de crecimiento. Fran Sánchez, Lluís Cortés y Jona (Jonatan Giráldez) también me aportaron otras cosas. Al final de cada uno siempre he intentado coger lo mejor y lo peor para yo en el futuro si tengo que ejercer saber qué tengo que hacer.

—Decía Aintzane Encinas que las de su generación eran supervivientes del patio...

—Soy de sus misma generación. Nosotras empezamos porque nos atrevíamos a jugar ante quien fuera. Queríamos tocar balón porque nos hacía felices y eso fue muy importante de cara al futuro. Pero conozco y tengo amigas a las que sus padres o sus madres no les dejaban jugar; eso no las dejaba disfrutar y no pudieron conseguir sus sueños. A mí mi madre y mi abuela me apoyaron y gracias a eso pude cumplirlo. Otras compañeras de la infancia se quedaron por el camino.

—¿Qué cambios nota en las nuevas generaciones?

—Lo tienen mucho más fácil porque hay muchas barreras a las que ya no se tienen que enfrentar: para demostrar lo que valen o ganarse el respeto que tienen que tener. Ellas han llegado con un poco todo más hecho, que me gusta, pero antiguamente se tuvo que picar mucha piedra.

—¿Cómo ve el nivel de la Liga?

—A nivel de recursos el Barça está a otro nivel porque lo tienen todo. Si el resto de equipos tuviera la misma preparación seguramente el nivel competitivo de la Liga F sería otro.

—¿Cree que se valora lo suficiente lo que ha hecho y hace el Barça?

—Se valora porque nos lo hemos ganado, hay resultados y el club ha apoyado. Nosotras jugamos, pero si el club no te apoya es difícil que puedas llegar a tu máximo nivel.

—A veces se critica que haya tanta diferencia con el resto en lugar de apreciar esa apuesta...

—Hay mucha envidia. En vez de tener una mentalidad de decir “ellas son las mejores y quiero llegar ahí”, quieren que bajen el listón para así tenerlo más fácil el llegar al nivel. Todo cuesta, hay mucho trabajo detrás del Barcelona. No es cosa de un año o dos, sino de 20. Si estamos aquí es porque nos lo hemos ganado. Debe ser un ejemplo para el resto de clubes y jugadoras.

—¿Ve a sus excompañeras ganando su segunda Champions?

—Es fútbol, una final, un partido a 90 minutos y muchos aspectos que pueden no jugar a tu favor aunque seas mejor sobre el papel. Todo el mundo desea que ganemos, pero ya veremos qué ocurre.