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El resurgir de la H&H noruega

Hegerberg y Graham Hansen están consideradas dos de las mejores jugadoras del mundo, sin embargo sus carreras han estado marcados por las lesiones.

BERNADETT SZABOREUTERS

En 1995, en Noruega nacieron dos futbolistas llamadas a marcar una época en el fútbol femenino de su país. Eran Ada Hegerberg (Molde, 1995) y Caroline Graham Hansen (Oslo, 1995). Dos jugadoras diferenciales que, juntas, pueden ser imparables. Sin embargo, las lesiones no les han dejado coincidir en sus mejores momentos de forma. Ahora, con el Mundial a la vista, ambas están resurgiendo de sus problemas físicos para llegar a Australia y Nueva Zelanda en su mejor momento…

Ada Hegerberg ganó el primer Balón de Oro femenino de la historia. Fue en 2018, después de proclamarse en 2016 mejor jugadora de Europa para la UEFA. La noruega, que empezó a nivel profesional a los 15 años, dejó claro desde sus inicios que lo suyo era el gol: hizo 33 goles en 26 partidos en su país natal con el Stabaek Fotball. De ahí a Alemania, donde jugó dos temporadas en el Turbine antes de que el Lyon le echase sus redes. Con 20 años llegó al gigante francés para hacer historia. En su primera temporada marcó 32 goles en 34 partidos para alcanzar su mejor cifra en un sólo año con 54 goles en 34 partidos. En sus años en Lyon lo ganó todo siendo parte importante del equipo y, casi siempre superando su número de goles que de partidos. En 2019, se convirtió con 24 años en la máxima goleadora histórica de la Champions. Ya lleva 59 goles en la competición europea y es la delantera más temida del continente.

Archiconocida por su defensa de los derechos de la mujer, en 2017 fue de las pioneras que renunció a su selección. Reclamó igualdad de oportunidades y mejoras a nivel competitivo, logístico y personal, pues considera que las autoridades noruegas no actúan bajo el mismo estándar según el sexo. A pesar de equiparar los sueldos, Ada seguía pensando que no había igualdad de oportunidades y se mantuvo firme perdiéndose el Mundial de 2019. Volvió en marzo de 2022, pero su calvario con las lesiones ya había empezado.

Dos años de calvario por culpa de las lesiones que empezaron en enero de 2020. Tuvo que ser operada del ligamento cruzado de su rodilla derecha. En septiembre de ese mismo año, cuando parecía que su recuperación estaba llegando a su fin, tuvo que volver a pasar por el quirófano, en este caso para ser intervenida de una fractura en el tibia. Y desde entonces acumula más de un año con constantes recaídas y problemas físicos. En octubre de 2021 reaparecería para, poco a poco, ir cogiendo la forma. Terminó la temporada con un gol en la final de Champions ante el Barcelona y 16 goles en toda el curso. Sin embargo, no logró marcar en la Eurocopa de Inglaterra, donde Noruega cayó a las primeras de cambio, y este curso empezó lesionada. Sólo lleva cuatro partidos jugados esta temporada y dos goles anotados. Fuera de la Champions y con el Mundial como telón de fondo, Ada quiere volver a ser aquella delantera a la que el mundo temió.

Caroline Graham Hansen, jugadora del Barcelona y de Noruega. @CarolineGrahamH

Caroline Graham Hansen está considerada una de las mejores jugadoras del planeta. La disfrutamos cada semana en la Liga F, con regates imposibles y goles inverosímiles. Una jugadora diferencial que las lesiones le llegaron a plantear dejar el fútbol. Empezó, como Ada, en el Stabaek. Cuatro temporadas en el conjunto noruego que le llevaron al Tyreso y, tras otro año en el Stabaek, fichó por el Wolfsburgo. Se veía que era una jugadora diferente, capaz de ganarte un partido partiendo desde la derecha. Y en Alemania demostró que era una jugadora única. Aunque las lesiones no le dejaban tener continuidad. Y en 2018 llegó un momento clave en su carrera: se planteó dejar el fútbol. Cansada de tantas lesiones, de no disfrutar en el campo, de los continuos dolores… “Hablaba en serio cuando llamé a casa y dije: ‘Ya terminé. Quiero dejarlo’. Estaba tan abajo. Me lesioné de nuevo. No pude rendir a mi mejor nivel. Ya no me divertía. En ese momento, después de tantas rehabilitaciones, no tenía ninguna motivación para seguir”, dijo en una entrevista. Entonces pasó el verano, entre su familia y compañeras le hicieron ver las cosas de otra forma y volvió a luchar por ser futbolista.

“Después del año pasado con problemas cardíacos y casi 50 partidos, todavía siento un cansancio que me obliga a elegir escuchar a mi cuerpo”

Graham Hansen, internacional con Noruega

En 2019, además, llegó la llamada del Barcelona. Con Rivaldo como ídolo, vestir la camiseta azulgrana era su sueño y cambió Alemania por España. Tuvo más continuidad en la Ciudad Condal, aunque las lesiones le seguía llegando. Sin Hegerberg en la selección era la líder absoluta. Terminó la fase de clasificación y la Eurocopa de Inglaterra con once goles, pero lejos de su mejor versión. De hecho, en Inglaterra sólo pudo marcar un gol. Y el pasado mes de agosto dijo basta. Después de pasar el COVID y sufrir problemas cardiacos el pasado año, la jugadora admitió que necesitaba un descanso. Renunció a la selección para descansar: “Después del año pasado con problemas cardíacos y casi 50 partidos, todavía siento un cansancio que me obliga a elegir escuchar a mi cuerpo. Necesito descansar. Necesito que me recojan”. Ya no disfrutaba del fútbol, siempre estaba cansada, demasiado cansada para disfrutar del día a día, de la vida. Una decisión dura. Las lesiones le golpearon de nuevo el pasado mes de octubre con una rotura de tendón del bíceps femoral. Volvió hace sólo un mes y lo ha hecho con la firme intención de llegar al Mundial en plena forma. Por eso, vuelve con su país en el último parón antes de la cita mundialista.

Hegerberg y Hansen son la gran esperanza de Noruega de hacer algo grande en Australia y Nueva Zelanda. Una pareja letal a las que las lesiones les han lastrado. Este 2023 quieren que sea su año. Y ambas se merecen disfrutar del fútbol después de tanto sufrimiento…

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