El Espanyol se perpetúa en el infierno
Fracaso estrepitoso de un conjunto histórico, que vivirá su tercera temporada seguida fuera de la elite. “No gana el que mejor juega”, resuelve su entrenadora a la par que directora deportiva.
La situación de Defcon II en el Espanyol no es patrimonio exclusivo del primer equipo masculino, que lucha por la permanencia en Primera División. A esa categoría no regresará por ahora el conjunto femenino, que cumplirá por tanto su tercera temporada consecutiva en Segunda después de haber agotado todas sus opciones matemáticas de ascenso. Un auténtico fracaso para una sección histórica en el fútbol español que vive sus peores días. Desde hace tiempo.
La derrota de este fin de semana en la Ciudad Deportiva Dani Jarque ante el Granada (1-3), la tercera consecutiva, elimina cualquier posibilidad de alcanzar la zona de promoción de retorno a la Primera Femenina, que queda a 11 puntos a falta de sólo tres jornadas, por no hablar de un liderato que ostenta el Barcelona B y que se sitúa a la friolera de 20 puntos de las pericas. Lo que no está descartado matemáticamente, y se antoja gravísimo, es caer en la zona de descenso directo a la tercera división, que marca con cinco puntos menos el Albacete, que para más inri es el rival la próxima jornada.
De nada sirvió en diciembre decidir la salida del entrenador, Marc Cabestany, cuando el equipo estaba a cuatro puntos de la promoción de ascenso y a siete del descenso, es decir, mucho mejor que ahora. Le sustituyó la directora deportiva, Carol Miranda, quien tras el decisivo varapalo contra el Granada argumentaba en los canales del club que “no sólo en los entrenamientos, sino que en los partidos también se ve reflejado el trabajo que se hace, pero el fútbol es resultadista. No gana el que mejor juega o el que tiene más posesión, gana el que más goles marca. Ahí no estamos acertados y esos errores nos penalizan mucho”.
Le quedan tres partidos al Espanyol Femenino para dar la cara o para maquillar una temporada desastrosa, que no viene sino a alargar una agonía que comenzó en la 2019-20 con un descenso que se anuló con ocasión de la pandemia, que se confirmó deportivamente al curso siguiente y con un primer intento infructuoso de volver a Primera la pasada campaña, aunque al menos entonces tuvo opciones el conjunto perico hasta la última jornada, frente al Levante Las Planas. Ahora ni con épica se han quedado en el infierno.