A Lewandowski le queda una bala

Robert Lewandowski puede quedarse sin Eurocopa y la Eurocopa, sin uno de los mejores delanteros de la última década futbolística. Así, la gran cita continental que acogerá Alemania el próximo verano estaría huérfana de dos de los goleadores más imponentes del panorama. Ni el delantero del Barcelona, que a sus 35 años se jugará su bala de plata en los play-offs de marzo el que probablemente será era su última Eurocopa, ni Erling Haaland, al que España le arrebató a domicilio el pasado octubre el sueño de disputar su primera gran cita con Noruega. Pero a Lewandowski y los polacos les queda una bala en la recámara.

Moldavia es el gran dinamitador del grupo. Ganó en casa a Polonia y empató a domicilio. Cuatro puntos teóricamente inesperados que han lastrado y hundido de las dos primeras plazas que otorgan billete a Alemania a la selección dirigida por Michal Probierz y que en una realidad paralela hubieran sellado su clasificación hoy. Sin embargo, ese agraciado combinado nacional ha sido la Albania de Sylvinho, pese a que vieron cómo los moldavos rescataron un punto sobre la bocina que abre la puerta a un hito histórico: su primera presencia en una fase final de una Eurocopa.

La ecuación para Lewandowski y sus compañeros, que ya no dependían de sí mismos para acceder vía fase clasificatoria, estaba clara: ganar a República Checa en su último capítulo y rezar para que Moldavia y los checos empataran en el suyo. Pero no cumplió con su parte. El sueño duró once minutos, sin contar el tiempo de intermedio. Piotrowski anotó a placer en el área pequeña tras un rebote amigo al intentar despejar Holes y rebotar en Stanek, el portero checo, pero Soucek devolvió la moneda en el 49′ al aprovechar un balón suelto que no despejó con la suficiente contundencia la zaga polaca. Un rebote por otro.

Más allá de las cábalas clasificatorias, el partido fue un drama para Lewandowski. Lejos de silenciar el frecuente ruido a su alrededor en los últimos tiempos, el delantero del Barcelona, en la diana de la polémica en la Ciudad Condal por su escaso rendimiento en los últimos meses y su gesto con Lamine Yamal, fue un grito de impotencia. Sin Piotr Zielinski, baja por enfermedad en las horas previas, Polonia no solo perdió a su metrónomo, si no a su jugador más trascendental. Sin el centrocampista ofensivo del Nápoles, Lewandowski se vio forzado a hacer de ‘9′ y de ‘10′.

Pero no fue ni una cosa ni la otra. En su intención por dotar de cierto criterio las numerosas pero infructuosas embestidas de la selección polaca ante la nutrida zaga checa, ofreció enormes facilidades para minimizar al gran peligro polaco, más allá del carrilero izquierdo de la Roma, Zalewski. Su físico ya no es tan exuberante para dar el último pase y llegar a la finalización. Y cuando lo hacía, falló en dos mano a mano con Stanek. Un claro ejemplo de porqué en el Barça reclama a Xavi más balones de calidad en el área. Para marzo, la fecha marcada en rojo en toda Polonia, también reza, pero esta vez para contar con Zielinski.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.