Enésima lucha de poder por el control de la entidad grana
Cuando a la estabilidad institucional parecía que se iba a sumar la económica, la no entrada de Felipe Moreno provocó un giro inesperado y puede acabar con Ramos, presidente, fuera del club.
Nueva batalla por el control del Real Murcia se vive en estos días. Cuando la paz social parecía que se había establecido en Nueva Condomina, que todos remaban en el mismo sentido para salvar al club y la llegada de Felipe Moreno, ex propietario del CD Leganés, iba a dar estabilidad económica, todo saltó por los aires. El que fuese mandatario de la entidad pepinera y Agustín Ramos, rompieron el acuerdo que habían alcanzado, con foto incluida, y que podría conllevar grandes cambios en el accionariado del club de la capital del Segura. Tanto que Ramos, presidente y máximo accionista, no tiene asegurada su continuidad como mandatario grana.
Durante los últimos meses, Agustín Ramos y Felipe Moreno han tenido conversaciones para unirse en el objetivo de trabajar conjuntamente en beneficio del Real Murcia. Moreno iba a dar un empujón económico al club, que le ayudaría a resolver sus problemas con las instituciones (Hacienda y Seguridad Social), un paso clave para la supervivencia del club. Todo estaba, o parecía, cerrado. Incluso Moreno había alcanzado un acuerdo con Mauricio García de la Vega para que el mejicano retirase todos los procesos judiciales que tiene contra el club, del que es poseedor del 84% de las acciones y cuya pelea por el control sigue en los tribunales.
Pero ni Ramos ni Moreno se fiaban uno del otro, como aseguró el actual presidente en rueda de prensa este lunes. Hubo varios puntos de desacuerdo en las últimas horas, donde entraron en escena otros accionistas como un Francisco Tornel que quiere volver a ser protagonista y todo quedó en nada.
Ramos, con fuerzas pero cansado… y la oposición
Agustín Ramos aseguró sentirse con fuerzas para seguir adelante en su idea de liderar el proyecto del Real Murcia. Está dispuesto a seguir invirtiendo dinero y buscar nuevas fuentes de financiación, pero también a dar un paso al costado si llegan accionistas e inversores con dinero. Y ahí aparece un grupo de ex dirigentes, liderados por Tornel, que pueden unirse en la Junta de Accionistas de este martes para derrocar al actual presidente, con el que no tienen buena relación, y hacerse con el mando. Si lo consiguen, entablarían de nuevo conversaciones con Felipe Moreno y deberían llegar a buen puerto. Y es que uno de los motivos de la ruptura Ramos – Moreno fueron las exigencias del grupo de accionista que comanda Tornel.