El Valencia ofrece una coartada
Tras firmar la paz, llega el sábado. Aunque con la visita a Anfield en el horizonte, habría ‘excusa’ si Vinicius es suplente. El verdadero juicio final, el Liverpool.
Titular o suplente, esa es la cuestión. Para Vinicius, claro. Este sábado, contra el Valencia (21:00). Porque después del incendio, no es un partido más. No para el brasileño ni para Xabi Alonso. Será el día 1 D.C. (después del Clásico).
A priori, la paz está firmada. Con compañeros, club y presidente, a los que nombró en su disculpa, y también con Xabi, aunque quedase fuera de la misiva. Pero hubo encuentro entre ambos en el entrenamiento. Y fue cordial, profesional. Aunque el caso no está cerrado. Se cerrará en el campo. De haber sanción, será ahí. Porque el club emplaza al técnico a tomar la decisión pertinente. Y el Valencia aparece como indulto... o como coartada.
La posible suplencia de Vinicius diría algo, daría que hablar, pero no lo diría todo. Es un partido de entreguerras. Envenenado, sí. Todos lo son, contra el Valencia más. Pero al abrigo del Bernabéu y colocado entre dos ochomiles, Barcelona y Liverpool, lo es menos.
Aparecía, y aparece, como oportunidad para rotar en un calendario intrincado. Un encuentro donde la aparición de Rodrygo como titular no hubiera sorprendido. No antes del terremoto provocado por la famosa sustitución del minuto 72. Tampoco ahora, aunque habría runrún. Cierto aroma a castigo. Un castigo, de producirse, disfrazado de rotación.
Desde el club se apoya “por completo” a Xabi. A sus decisiones. Las tomadas contra el Barcelona, las que tome a partir de ahora. Vinicius inclusive. Y ello implica que, internamente, no habrá sanción. De haber querido, el club habría podido.
Lo recoge el propio código ético del club: “Las actuaciones que evidencien u ocasionen un daño o perjuicio a la imagen y/o reputación de los deportistas del Real Madrid”. Pero no han querido. Lo que ocurre en el campo, se soluciona en el campo. O en el vestuario. Y todo queda supeditado a esas conversaciones jugador-entrenador. A las conclusiones que ambos extraigan, especialmente el tolosarra. Y el juicio final, el real, no será el sábado, sino el martes a las 21:00 horas. El Valencia puede ser coartada y la rueda de prensa previa será el aperitivo, pero Anfield dictará sentencia.
Los hechos
La llama se encendió en el Clásico, aunque ya venía candente de antes. De ese rol de indiscutible que había desaparecido para Vinicius. De sus tres suplencias en 13 partidos. De solo tres encuentros completos en esas 10 titularidades. De las cinco sustituciones rondando el minuto 70.
Pero la última, en el 72′, convirtió las ascuas en incendio. “¿Yo? ¿Yo? ¡Míster, míster! ¿Yo?”, clamó el brasileño, al ver su 7 en la banda. Y se marchó del campo encendido. Y de ahí, tras dejar a un lado a Xabi, a vestuarios. “¡Siempre yo! ¡Me voy del equipo! ¡Me voy, mejor me voy!”. Y, aunque después volvió (y celebró el triunfo como el que más), lo hizo.
Que lo haga de verdad o no, es otra historia. Porque la renovación sigue en standby, pero las posturas no están tan alejadas. Aunque todo dependerá de los próximos meses. Porque, ahora, Vinicius siente que no es del gusto de Xabi.
Es así. Por mucho que la temperatura haya ido in descendo con las horas, los días, es su sentir. Y solo tiempo, y las acciones, pueden cambiarlo. De momento, Vinicius clamó en el campo y se disculpó fuera de él. Turno para Xabi y su mano izquierda. Castigo, coartada o indulto. El Valencia es el día 1 D.C.
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