Así era el retiro dorado de Klopp hasta la oferta de Red Bull

Jürgen Klopp (57 años, Stuttgart) fue la gran noticia de este miércoles. A partir del 1 de enero de 2025 dejará su retiro dorado para capitanear todo el proyecto de fútbol de Red Bull. Tras su ya famoso y pausado: “I will leave de club at the end of the season” (”Dejaré el club a final de temporada”), con el que sorprendió a la parroquía del Liverpool y a todo el planeta fútbol el pasado 26 de enero hasta su último partido dirigido al Liverpool (19 de mayo ante el Wolves) fueron meses de despedida y de aceptación en Anfield a su marcha. Cinco meses después se ha dado a conocer la noticia bomba de que Klopp salía de su año sábatico antes de lo esperado.

En estos meses de verano se han sabido cosas del entrenador alemán a cuentagotas, aunque no se ha escondido en lugares inaccesibles o a miles de kilómetros de la humanidad. Klopp se ha limitado a disfrutar más de su tiempo libre con familia, amigos y haciendo cosas distintas al mundo del fútbol (recibiendo honores y medallas en Alemania, por ejemplo). Aunque no siempre. Una de sus apariciones públicas en estos meses fue cuando en septiembre se volvió a enfundar la elástica del Borussia Dortmund para dirigir algunas sesiones dentro del homenaje del club alemán a Lukasz Piszczek y Jakub Blaszczykowski. Klopp era el técnico de los ‘amigos’ de Kuba. Se le vio disfrutando al máximo volviendo a pisar el césped de entrenamiento y reencontrandosé con Nuri Sahin (entrenador borusser), pupilo suyo en su etapa en Dortmund.

Aparte de este pequeño regreso a los banquillos, que a buen seguro despertó el gusanillo por volver a entrenar, Klopp ha disfrutado al máximo de sus ‘vacaciones’. Se le ha visto sonriente por Palma de Mallorca, en la Eurocopa, en los Juegos Olímpicos de París, en pachangas de padel, incluso ha tenido tiempo para acudir a alguna conferencia de entrenadores. “Estoy trabajando, pero no tanto como antes. No es que no haga nada...”, dijo en uno de estos actos de estos meses que han transcurrido desde su última aparición pública vinculado al Liverpool.

“Me estoy quedando sin energías. Sé que no puedo hacer este trabajo una y otra vez”, esgrimió para justificar su salida del equipo inglés. Un amor incondicional mutuo que generó en una gran fiesta de despedida (’An Evening With Jurgen Klopp’) donde al entrenador alemán se le vio pasando por todos los estados de ánimo posible. Se emocionó, lloró, se rió a carcajadas y disfrutó de sus casi nueves años en Liverpool y del cariño de la afición red.

¿Qué le espera ahora?

Ahora Klopp ya ha cargado pilas y ha decidido dar el giro de entrar a formar parte del proyecto Red Bull. “No puedo entusiasmarme más”, ha afirmado. Ahora tendrá a siete clubes en cuatro continentes: Red Bull Salzburgo (Austria); Red Bull Leipzig (Alemania); Red Bull New York Cosmos (EE UU); Red Bull Bragantino (Brasil); Liefering (Austria); Omiya Ardija (Japón) y un patrocinio en el Leeds (Inglaterra). Una faceta en los despachos, en segundo plano, por lo que se ha dado a conocer. Indistintamente este nuevo rol ha provocado la animadversión de un sector de la parroquía alemana que se habían creado la imagen de un Klopp distinto. Más purista.

El rechazo a su trabajo en Red Bull ha llamado la atención. Más teniendo en cuenta que el puesto de seleccionador de la Mannschaft en el futuro parece su destino más que probable a partir del Mundial de 2026. Klopp tendría que convivir con aquellos que ahora más le critican por irse a trabajar a la factoría Red Bull pasando por alto, supuestamente, muchos de los ideales que ha defendido. Aunque Klopp siempre se los ganó por su trabajo y su gran sonrisa.

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