El Pucela vuelve a la preocupación, se acabó el colchón

Las victorias ante el Villarreal y el Girona ofrecieron un colchón importante al Real Valladolid que, con las tres derrotas consecutivas, ha quedado reducido a un punto. 35 puntos en 33 jornadas debería ser una cifra interesante, pero esta Liga es rara y nadie sabe en cuántos puntos estará la salvación, aunque la estimación es que habrá que superar los 40 puntos. No ha sido una buena jornada esta para los blanquivioletas que han visto como además de perder equipos como el Getafe y Almería han sumado tres puntos y el Valencia, uno. Se aprieta la lucha por el descenso con enfrentamientos directos y cinco partidos a jugar en el próximo mes.

Poco o nada tiene que hacer el Real Valladolid si afronta los duelos restantes como el encuentro de Vallecas. Me escribía un amigo al terminar el partido para compartir su sensación de que el cambio de entrenador ha tenido “efecto gaseosa”. Quiero pensar que no, pero lo cierto es que el petardazo ante el Atlético en la primera parte y el mal encuentro ante el Rayo recuerdan a los momentos en los que con Pacheta el Pucela parecía un equipo muy inferior a sus rivales. Achacaba el mal partido Pezzolano a la falta de fondo físico, con la excusa de que se han jugado tres partidos en siete días, pero esta cuestión no cuela. Primero porque es él quien tenía que ver que el once inicial no estaba fresco para casi repetir y después porque todos los equipos han tenido este maratón de partidos. Habrá que acudir, por tanto, a analizar el escasísimo fútbol que propuso el equipo, con tres medioscentros que no mandaron nunca y que fueron superados en la presión y colocación por sus rivales.

La decepción es mayor porque el equipo no dio la talla en un duelo muy importante, porque no hubo ideas, ni fútbol, ni siquiera esa garra a la que alude habitualmente el uruguayo. Ni con 1-0, ni con 2-0, los pucelanos tuvieron esa tan alabada rebeldía para buscar el partido y sólo un saque de córner llevó al tanto de Sergio León, que daba una mínima esperanza. Un espejismo, porque el Pucela hizo un partido flojísimo en el que no fue capaz de brillar, de crear ocasiones. Más bien al contrario estuvo desubicado, no tuvo ningún tipo de precisión y volvió a perder muchos duelos.

Y luego los “detalles” que me tienen loco. No pueden marcarte un gol en un centro lateral cuando un solo delantero gana la posición a tres centrales, a tres. Pero antes no hay presión sobre la posición del central que roba en el centro del campo, ni sobre el jugador que decide poner el centro. Tremendo. Como el segundo en el que Monchu da un mal pase en la salida para montar la contra vallecana, pero ninguno de sus compañeros por delante se le mueven o se le ofrecen con la intención de recibir... ¿Total? Que Pezzolano tiene mucho trabajo por delante y bien haría en solucionar pequeños, o grandes, problemas de funcionamiento y dejar para mejor ocasión la implementación de un modelo cada día más irreconocible. En Vallecas no sé cuál era el plan.

Sobrevuela el fantasma de lo ocurrido en Valencia, el Pucela ha perdido la ventaja sobre el descenso, pero todavía no hay nada perdido. La permanencia está a dos victoria en cinco partidos. No va a ser fácil, pero tampoco imposible. Esperan Sevilla, Cádiz, Barcelona, Almería y Getafe... ¡Vayan mes tenemos por delante!

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