El problema añadido está ahora en el césped de El Molinón
Las quejas de Rubén Albés por el mal estado del terreno alertan sobre una situación conocida y que el club intenta atajar desde el pasado verano.
El terreno de juego del estadio El Molinón no está bien y Rubén Albés se quejó por su estado después del tropiezo frente al Eibar. El entrenador del Sporting entendía que su equipo se había visto perjudicado por el mal estado del césped. Lo cierto es que el verde del municipal gijonés ya estaba tan mal como el pasado sábado durante el partido frente al Burgos una semana antes y anteriormente en el enfrentamiento con el Elche.
La pasada temporada fueron diferentes las ocasiones en las que Miguel Ángel Ramírez y el presidente ejecutivo David Guerra recordaron la necesidad de llevar a cabo un proceso de modernización del club que, entre otros asuntos, tenía que ver con la mejora del estado de los campos de juego y de entrenamiento. Con ello se evitan lesiones, decían. La llegada de Orlegi Sports, y con cargo a los fondos CVC, se llevó a cabo la mejora de los campos de Mareo y, por supuesto, del terreno de juego de El Molinón.
En poco más de medio siglo, el césped del estadio más antiguo del fútbol español solo se había levantado en dos ocasiones. La primera fue en 1972 y la segunda en 1998, después del traumático descenso a Segunda. que se levantó por primera vez en muchos años. La tercera fue en el verano de 2023, es decir, hace año y medio, bajo la dirección de la actual responsable del mantenimiento de los campos, la madrileña Eva Sánchez-Céspedes.
Orlegi Sports decidió a finales de 2022, apenas seis meses después de comprar el Sporting, que debía contratar a esta diplomada en Ingeniería Técnica Agrícola, en la especialidad de Hortofruticultura y Jardinería, por la Universidad Politécnica de Madrid. En su historial figuraba la Dirección de Jardinería en Valdebebas, la ciudad deportiva del Real Madrid.
Mientras los campos de Mareo han ofrecido un aspecto inmejorable desde que se levantaron, el pasado verano empezaron a aparecer los problemas en el césped de El Molinón. Las altas temperaturas perjudicaban la recuperación del terreno de juego del estadio, aunque se había logrado mejorar antes de la pasada Navidad. Sin embargo, el frío intenso y las lluvias trajeron durante el parón navideño la enfermedad que está afectando al estado del campo debido a la pérdida de densidad de planta en el césped, según indican fuentes del club.
Desde entonces se viene trabajando para recuperar esa densidad, pero las bajas temperaturas y las lluvias no ayudan a esa recuperación. Estos dos últimos partidos consecutivos en casa han frenado los trabajos que se están desarrollando para mejorar el estado del césped. Un novedoso tratamiento con enzimas, las resiembras y los recebos habituales, además del trabajo diario con lámparas, son las operaciones que se vienen realizando y de las que se esperan sus frutos ahora que el Sporting no volverá a jugar en dos semanas.
El problema del terreno de juego de El Molinón se suma ahora a las dificultades que están encontrando el Sporting para reengancharse a la zona alta de la clasificación. El equipo de Albés comenzó la temporada mostrándose intratable en su estadio, donde ahora solo ha conseguido sumar cinco de los 15 últimos puntos disputados en casa.
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