El Marsella vuela y desafía al Madrid

El Olympique de Marsella recuperó la senda de la victoria, después de un inicio complicado en la liga francesa, tras barrer al Lorient por 4-0, en un encuentro marcado por la expulsión de Yongwa cuando apenas habían transcurrido diez minutos de juego. Los de De Zerbi, que rotó pensando en el Bernabéu, fueron un ciclón antes de visitar al Real Madrid, ante el que intentarán dar la campanada en el estreno en Champions. Greenwood, de penalti, Pavard, de cabeza en su debut, Angel Gomes, con un latigazo inapelable, y Aguerd, otro debutante, al final, decantaron la balanza a favor del OM, que encara, ahora, una semana trascendental y extenuante, en la que se medirá a los blancos y al Paris Saint-Germain en el Clásico del fútbol francés. Gouiri salió lesionado antes del descanso y es duda para el martes.

De Zerbi dio descanso a varios titulares, a pesar de que los resultados apremiaban al Marsella, necesitado de puntos. El italiano dejó en el banquillo a Aubameyang, Paixao, Balerdi y Rulli, entre otros. El Lorient, que venía de ser vapuleado por 1-7 contra el Lille, no parecía, a priori, un rival complicado, una sensación confirmada nada más comenzar el encuentro.

Yongwa, lateral izquierdo de los bretones, derribó a Murillo en el área y el árbitro le expulsó sin titubear. A pesar de que la roja era litigiosa, la norma, que aplica el máximo castigo si no hay intención de jugar el balón, como en este caso, es meridiana. Desde los once metros, Greenwood engañó a Mvogo y encarriló la victoria.

Los goles se sucedieron y el Vélodrome respiró, por fin, tranquilamente. Acostumbrado a descalabros en este inicio de temporada, la fragorosa hinchada marsellesa disfrutó. Pavard, imperial durante todo el partido, envió a la red un exquisito centro de Greenwood. Y, sin tiempo para reaccionar, con un Lorient rendido, sin capacidad para salir de su área, un remate atronador de Angel Gomes en la frontal sentenció la contienda, si no lo estaba ya. La mala noticia para el Marsella fue la lesión de Gouiri, que abandonó el campo visiblemente conmocionado tras un golpe de Mëité en la cara del delantero. Su presencia ante el Real Madrid es una incógnita.

El Marsella no quiso pisar el acelerador y aminoró el ritmo en el segundo tiempo. Con el partido sentenciado, De Zerbi aprovechó para hacer debutar a Vermeeren, Paixao y Emerson Palmeri, refuerzos que apuntalan una de las mejores plantillas de Francia. Con todo el pescado vendido, Aguerd, con fortuna, en el último minuto, rubricó una actuación redonda para un Marsella que llega muy crecido al Bernabéu.

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