El Leganés, abonado a la cofradía del santo reproche arbitral
En Zaragoza los pepineros volvieron a sufrir una controvertida decisión del VAR, con Ocón Arraiz al frente. Con él ya hubo polémica en Gijón. En Butarque no lo usan como excusa.
El Leganés vive en la actual temporada abonado a la confradía del santo reproche arbitral, que cantaría el maestro Sabina si reconvirtiera sus ‘19 días y 500 noches’ a los tiempos modernos del fútbol y el VAR. En las últimas jornadas los pepineros se han convertido en un lamento perpetuo contra decisiones que, para consuelo de tontos, es mal de muchos. El malestar por la forma de trabajar del vídeo arbitraje es cosa extendida. Para el Lega, una maldición en momentos puntuales. Como el de Zaragoza.
Este domingo los aragoneses se pusieron 2-0 merced a un penalti de esos que sólo se entiende con la nueva reglamentación en la mano y el VAR actuando con el gatillo caliente. Giuliano Simeone puso un balón dentro del área con Miramón, Omeruo y Sergio tratando de tapar el centro. Este último iba a rebufo de sus compañeros, tratando de evitar el pase mientras intentaba no llevarse por encima al central nigeriano y sin perder la vista la marca personal de su lateral al argentino.
Una decisión muy dudosa
El resultado fue un balón a media altura que rebotó en la extremidad fruto de la lógica física. Ni el defensa podía apartar de ahí el brazo, ni en su vaivén de cuerpo intentaba más que mantener el equilibrio a toda velocidad. En el césped, el árbitro principal, García Verdura, no vio nada, pero en la lupa de Ocón Arraiz (en la foto que ilustra esta información actuando com árbitro princial), desde el VAR, le avisaron de que revisara.
Fue tras una larga espera a que se le animara a ver la pantalla. Los protagonistas en el césped insisten en que el árbitro les transmitió que era una jugada muy dudosa. Pero finalmente se pidió revisarla. Sentencia de muerte para el Leganés. Pocos son los árbitros que, tras ser llamados, mantienen su decisión. García Verdura no lo hizo y pitó penalti. Otra acción más que sumar a las polémicas que sacuden al Leganés este curso.
La lista de agravios
Precisamente Ocón Arraiz protagonizó una llamativa actuación en Gijón: pidió revisar otro penalti por manos de Rubén Pardo, dio validez a un gol anulado al Sporting y no pidió revisar un agarrón a Sergio González que el Lega reclamó como penalti. Llueve sobre mojado, y con especial intensidad en las últimas jornadas.
Cabe reclamar que en las últimas nueve jornadas el Leganés ha terminado cuatro partidos con uno menos por expulsiones, algunas de VAR, como la de Gaku ante el Sporting. También fue polémico el gol que le anularon en Andorra por un supuesto pisotón en el inicio de la jugada o el que tampoco subió al marcador en Huesca por un también supuesto empujón de Parzyszek a uno de los centrales azulgranas.
Sea como fuere, y molestos por la decisión, en Butarque admiten que la jugada del domingo no es excusa para justificar un nuevo mal partido de los pepineros, que en los últimos 27 puntos sólo han conseguido cosechar 7 y que, de nuevo, vuelven a estar más cerca del descenso (10 puntos) que del playoff de ascenso (11).