El interés en Javi Garrido abre un debate con el tercer portero
Varios equipos de Primera RFEF gustan del guardameta pepinero. Su salida podría ayudarle a crecer y ganar minutos previa renovación, pero dejaría vacante el puesto de tercer portero tras la cesión de Alvin.
El Leganés tiene en la portería uno de los puestos a priori más blindados de su plantilla. La continuidad de Juan Soriano apunta a una titularidad casi garantizada visto que, en los tres últimos partidos de pretemporada de los pepineros, el sevillano ha sido titular con, además, actuaciones destacadas y un único fallo llamativo. El que le dio al Richmond el único gol de este equipo de la tercera categoría en EEUU ante los pepineros. La incorporación de Miguel San Román debería apuntalar el puesto con el canterano retornado Javi Garrido completando la terna de tres porteros que, sin embargo, podría tener novedades de aquí a final de mercado.
Sucede que varios equipos de Primera RFEF tienen en su radar al propio Garrido, portero que el curso pasado se fogueó en el Sestao de Primera RFEF junto a otro ex pepinero como Iago Herrerín (37 años). El veterano le ganó la partida al joven y Garrido sólo disputó cuatro partidos oficiales frente a los 35 de Herrerín. Sea como fuere, el portero mantiene todavía cartel en una categoría, la Primera RFEF, a la que ahora se ha marchado el que el curso pasado fue tercer portero del Leganés, Alvin Abajas. El club lo ha cedido al Arenteiro.
La potencial salida de Garrido puede suponer un inconveniente para un Leganés que, en este escenario, mantiene el dilema de ver como uno de sus futbolistas se forma y crece en otra categoría en la que pueda tener más minutos o lo mantiene como tercera vía para el primer equipo, pero sin recorrido en el filial que compite dos peldaño por debajo del último equipo de Garrido, en Tercera División.
Dilema en la meta
La opción de una potencial salida generaría también el dilema interno de cómo completar el puesto de tercer portero, esto es, si acudir al mercado para encontrar esa tercera pata o usar los recursos de las inferiores a disposición de Paco López, eso sí, con el riesgo de una potencial subida al primer equipo restaría a ese guardameta la opción de tener minutos y continuidad ante la presencia constante en las convocatorias de los mayores.
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Cabe recordar, además, que Garrido es sub-23 (tiene 21 años) y, por tanto, puede ocupar ficha del filial sin que consuma ninguna de los 25 puestos que LaLiga permite para jugadores profesionales en Primera y Segunda. Su contrato finaliza en 2026, así que cualquier opción de futuro pasa, primero, por una renovación de su contrato para que no quede libre de aquí a un año.
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